martes, 26 de abril de 2011

LEYENDA DE CERRO LEONES TANDIL

Antes de la fundación de la ciudad, los indígenas que habitaban estas tierras trabajaban y realizaban cultos a la madre naturaleza para que los frutos resplandezcan en la comunidad. Las sierras eran el amparo cuando el viento y la lluvia se desplegaba con crueldad y los buenos espíritus combatían las plagas que perjudicaban el cultivo. Convivir con la naturaleza, decían en su lengua parecida al mapuche, es el arte que la vida nos regala y por eso debemos proteger.
Muy común era el enfrentamiento con otras comunidades ya que el alimento escaseaba en invierno y cuentan quienes saben, que las mujeres de esta zona eran las más solicitadas.
Cierto es que para defenderse de los ataques de otras tribus, el arco y la flecha, la cerbatana y la magia de los chamanes, constituían armas de alcance mortal.
Fue en un enfrentamiento entre malones cuando, en medio de la batalla, dos animales corpulentos y peludos se antepusieron ante los guerreros asustándolos con el rugido y mostrando las garras que les colgaban de sus gigantes patas.
Ante esta curiosa aparición, las personas nativas que se defendían del pillaje vieron en esa actitud el poder salvaje que superaba la irracionalidad de la guerra y la violencia.
Durante mucho tiempo, esos felinos fueron representados en pequeñas estatuillas de cerámica que salvaguardaban la comunidad y hasta funcionaron como objeto de intercambio por carne y cuero de venado con indígenas de la pampa y la patagonia.
Días previos a que el General Martín Rodriguez formara el Fuerte Independencia – y así fundar la ciudad de Tandil- un ataque militar que él mismo dirigió fue el que destruyó las familias, los toldos, la siembra, los montes, las rocas de aquella comunidad aborigen (la historia oficial suele ocultar estos desagravios).
Del monte, y con el pelaje flameando, aparecieron nuevamente aquellos animales que ante tantas armas filosas se sintieron presas de carne. Entristecidos por la imagen de avasallamiento, se propusieron luchar junto al pueblo indígena.
Los felinos recibieron en la resistencia un puñal en el vientre que los hirió de muerte. Desangrando, lograron huir del centro de ataque y llegaron al pedestal de una cima rocosa. Allí yacen convertidos en estatuillas de granito, no en miniatura, sino en la estatura natural.
Desde aquel momento, los leones formaron ese cerro que los inmortalizó.

3 comentarios:

  1. Las leyendas suelen devolvernos algo de magia sobre todo lo que nos han quitado. Gracias compañero. Sus escritos me llevan a una tarde de sol, contemplando esa extraña belleza cristalina que la destrucción del hombre y la mujer blanca nos propiciaron...

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  2. SÉ QUE MIS ABUELOS MATERNOS FUERON HABITANTES DE CERRO LEONES, LA FLIA SOTO. POR ESAS COSAS DE LA VIDA MI MADRE, SE VIÓ OBLIGADA A DESPRENDERSE DE MÍ CUANDO ERA UNA BEBA, Y SIEMPRE QUISE CONOCER ALGO DE ELLOS.SÉ QUE MI ABUELA FALLECIÓ DEJANDO VARIOS HIJOS ENTRE ELLOS ALGUNOS MENORES, ORLANDO SOTO, ESTER SOTO, BETY SOTO, ALCIRA SOTO, ENTRE OTROS. MI FLIA A PESAR DE TODO. MI MADRE BIOLÓGICA, BETY FALLECIÓ, Y YO QUIERO SABER DE MIS ANTEPASADOS PARA COMENZAR A HACER MI ARBOL GENÉALÓGICO. SIN UN DATO ES IMPOSIBLE, POR ELLO AGRADECERÍA SI ALGUIEN LOS CONOCIÓ Y SIENTE EN SU CORAZON EL AYUDARME A RECONSTRUIR MI PASADO Y ARMAR MI PRESENTE, SE DIRIJA A MI MAIL crishadan17@hotmail.com.ar . LE ESTARÉ ETERNAMENTE AGRADECIDA POR ELLO.

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  3. puedo agregar que lo que en verdad habia en la zona, era dos grandes leones de piedra de granito solida. Se podian ver desde muy lejos,y si es verdad que fue sinbolo sagrado producto de una solida hermandad entre enfrentamientos aborigenes. Muy grandes, y llenos de misterio para los propios nativos, y peligroso monolito para la historia que el hombre blanco relata para si y la cruz. El se apropio de estas tierras y que mejor que no dejar rastro de estas figuras Misteriosas y cargadas de VERDAD. Hoy la masiva roca esta esparcida en adoquines, en su momento, Buenos Aires, Bahia Blanca, tandil y demas.
    La tierra hablara ahuque dividan o la tapen.
    Verdad y Justicia Divina.

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