lunes, 30 de mayo de 2011

De los Murales Zapatistas a Tandil

El conocido muralista mexicano Gustavo Chávez Pavón estará de visita en nuestra ciudad el próximo 1º de junio en el Centro Cultural La Vía, que organiza el encuentro junto con el FRENTE POPULAR DARÍO SANTILLÁN.
Chávez Pavón es responsable del proyecto de muralsimo comunitario y didáctico en comunidades autónomas zapatistas de los altos de Chiapas, México.
Su producción artística ha sido y es de gran aporte a la "cultura de la rebeldía" y estará en nuestro país haciendo encuentros

y presentaciones.
Estará por primera vez en Tandil y es una buena oportunidad para conocer sobre el arte de la pintura sobre mural y la expresión de los pueblos de latinoamérica.

lunes, 23 de mayo de 2011

EN VANO

Al costado de mi pie derecho hay un billete de 10 dólares. Si logro inclinarme hacia él para atraparlo deberé cruzar mi brazo izquierdo (el derecho lo perdí en la batalla de Caseros) y tomarlo alargando el metatarso y haciendo una especie de pinza entre el índice y el pulgar. Dudo que mi cintura un poco hermética consiga el objetivo capital de luchar por algo que no me pertenece.
Sin embargo no me resigno. Lo necesito. La ingenuidad me permite acercarme al verde papel torciendo mi esqueleto en un cosquilleo abdominal y una presión en los pectorales que se juntan con las costillas. Descolocados los hombros y tirante el tendón realizo otro esfuerzo hasta empujar mi sombra con un fuerte envión.
Para este entonces, ya mis dedos transpiran.
Intentaré agacharme definitivamente en un ejercicio atroz, poco recomendable para mi senectud. Ya sentado en el aire me pregunto si vale la pena hacerlo. Las vértebras se aquejan con un sonido morboso. Estoy a punto de lograrlo. Lo atrapé.
No sé si me angustia más lo apócrifo del billete o el hecho de no poder erguirme.

martes, 10 de mayo de 2011

Progre por conveniencia

Periodistas que se mienten expresando un discurso progresista cuando no hacen otra cosa que responder al pensamiento oficial.

Ser progresista es alguien que posee algunos preceptos de aceptación ante temas sociales, políticos y culturales que no suelen ser convencionales para los sectores más conservadores (iglesias, empresas, partidos, ejército, etc.).
Esta definición subjetiva del siempre citado Ulyses Menard viene a colación porque se utiliza el término progresista a periodistas que no se alinean a los intereses corporativos de los medios hegemónicos de la comunicación en nuestro país.
No pretendo hacer una etimología respecto a la palabra en sí pero no hay que olvidarse que el sociólogo Augusto Comte, desde una visión conservadora, empleaba el término junto al de “Orden” para establecer paradigmas opuestos al que hoy se utilizan.
Hoy, alguien progresista, defiende ideas o cuestiones de libertad contra los ordenes de la dominación.
En los programas de TV, que se dicen progresistas, hay una idea de representar dicha cuestión ante el gobierno presente y a la vez aducen “era fácil ser progre en los noventa”.
Y en los noventa (década infame si las hubo) ¿dónde estaban todos esos periodistas que hoy critican aquella época en la que vivieron, votaron y no hablaron? ¿no será que ahora es fácil ser progre y alinearse a un gobierno que, en el discurso, pretende serlo?
Para ser más específicos podemos nombrar a Orlando Barone, Sandra Russo, José Pablo Feinman entre otros que se consideran progre hoy, defendiendo al gobierno K, pero que estuvieron ausentes en los años del neoliberalismo letal en la Argentina.
No hay que olvidarse que el fotógrafo José Luis Cabezas fue asesinado por publicar imágenes de un empresario en la costa y que otros tantos fueron censurados por enfrentar al poder en los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel y hasta en los asesinatos de manifestantes en los primeros piquetes. Ni negar las golpizas que recibió López Echagüe.
También es necesario recordar a aquellos periodistas e intelectuales que tuvieron un acerbo progresista en los años setenta y ochenta pero que luego se volvieron terriblemente retrógrados: Ruiz Guiñazú (que formó parte de la CONADEP), Lanata (relató los últimos días del Che Guevara con un documental y luego cuestionó los juicios a los genocidas), Jorge Asís (autor de una novela que reflejó la desaparición de personas en la dictadura) y la mismísima Beatriz Sarlo, directora de la revista “Los libros” con una ideología casi maoísta.
Difícil era, lógicamente, hablar y escribir en plena dictadura. Sin embargo, tipos como Walsh y Conti se atrevieron enfrentar con su vida al fascismo perpetrado en nuestro país.
Distinto es el caso de Víctor Hugo Morales o Aliverti que desde siempre acusó a los medios protegidos por empresarios disfrazados de políticos (y viceversa). Y, a la vez, siempre estuvieron en el mismo lugar Grondona, Neustad, Joaquín Morales Solá, entre otros.
Es verdad que siempre hay que buscar el momento oportuno para decir algo interesante, pero no hay que hablar solo por conveniencia y con viento a favor: el compromiso de pensar y hacer vale más en los momentos donde todos te silencian.

jueves, 5 de mayo de 2011

Obama y Osama, no sanan

La muerte de Bin Laden pone en jaque nuevamente a las potencias mundiales. El término terrorismo no hace otra cosa que criminalizar a una religión, raza, movimiento o color, pues es sabido que EE UU profundizó en su historia una idea de enemigo común contra el cual luchar porque "amenaza la humanidad".
No hay terrorismo más grande que el sistema capitalista que el imperio yanky, mediante métodos propios de su peculiaridad - invasiones, censuras, golpes de Estado, esclavitud- que han impuesto por sobre el mundo.
Terrorista es un islámico, un comunista, un guerrillero, un indígena, un pobre, un negro. El lugar para ls terroristas es Guantánamo (cárcel que un premio Nobel prometió cerrar y que se utiliza más que nunca para torturar personas).
¿Qué importa si a Bin Laden lo mataron o no? ¿Qué importa si se muestran fotos o no?. Lo que importa es que como humanidad nos permitimos que gente como el presidente de Estados Unidos tenga la facultad de dar a muerte por medios tan o más extremistas y violentos que sus victimarios.
Hay que lamentar las millones de vidas inocentes que mueren culpa del poder mientras otros muestran sus trofeos, jactándose de que la vida vale un dolar o alguna que otra mercancía.
Terrorismo es la intolerancia, la discriminación, el engaño. Antivalores que los dueños del mundo nos ordenan para negarnos e ignorar que a todos nos pertenece un rinconcito para vivir libremente y ser respetados.