viernes, 7 de octubre de 2011

Clarín debacle

El problema no es que caiga Clarín sino quién queda mejor parado en la estampida. Estamos viviendo la debacle del diario más hipócrita que ha dado la historia de nuestro país. Pero resiste. Con implacable poder se escuda tras empresarios y dirigentes políticos que sirve de rehén con tal de lograr una propaganda más y algún que otro capital ( y cero votos). La primera afirmación tiene que ver con que, si el gobierno queda mejor parado que el resto de los ciudadanos, no sabemos si eso está bueno. Naturalmente se trataría de una victoria de todos, hay que dudar si es para tod@s. Resulta que Clarín muestra flaquezas y bien merecida las tiene. El gobierno ha sido inteligente en algunos momentos claves como por ejemplo "Papel Prensa", sin embargo, la no aplicación total de la Ley de Servicios audiovisuales, el ataque a los hijos de Noble Herrera y la ofensiva constante desde medios oficialistas (programas de TV y radio y diarios) hacen que el monopolio renazca de sus cenizas. Que Tiempo Argentino defienda a Moyano equivale a que Clarín defienda a Cobos. Parece una comparación burda pero no lo es si tenemos en cuenta que el gobierno tiene sus enemigos adentro (los reconoce pero no los asume). Por momentos, 678 se parece a cualquier programa de TN. En el conflicto entre ambos espacios, los extremos se terminan pareciendo. Clarín nos debe la democracia, la mentira durante Malvinas, la crisis del 2001, la complicidad en los asesinatos de Kosteki y Santillán, la defensa de los genocidas, retrocesos y opresión de la realidad y actualidad. ¿A caso todavía alguien duda de la crueldad con la que se maneja dicha empresa? Lo que deseamos y queremos dar a entender es que no dejemos que el gobierno k se victimice. No hay que olvidar que hasta el 2008, Kirchner pactaba (renovando licencias) impunemente el poder económico e informativo de "el mal diario argentino", y como resultado de un negocio trunco se llega hasta los episodios actuales. Títeres para el titiritero. Magnetto elige candidato y le apuesta un pleno. Así fue, es y será esa concepción de gobierno que tienen esa clase de gente golpista, burguesa y oligarca. Como diría Pablo Marchetti cuando pasó por Tandil "Clarín es un diario de humor". Toda la información que pasa por allí es ficticia, provoca risa, es anacrónica, es más graciosa que la mismísima Barcelona. Pero hiere. Y esa herida comienza a cicatrizar cuando las ventas y los ratings ya nos los acompañan. La agonía de este diario tiene que ser un triunfo de todos y todas los que habitan este país. Por el daño, el mal augurio, el pasado macabro, el futuro errado, el presente de hostigamiento y la constante búsqueda de sentirse víctima cuando es victimario. Falta la arremetida final. Y no confundamos libertad de expresión con justicia. ¿Cómo remediar la crueldad provocada por ese medio hegemónico? ¿Quién lo tiene que pagar? Los que buscamos una democratización de los medios y alternativas de comunicación e información que se parezca, más o menos, a lo que se entiende por "realidad".

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