domingo, 2 de octubre de 2011

Peronismo, versión sintética

Entender el Peronismo no ha sido fácil ni lo será jamás. No pretendo hacer un análisis profundo del tema ni a rastrear personalidades ni, mucho menos investigaciones. Sin embargo, llama la antención advertir cómo este fenómeno que nos atañe se manifiesta hoy bajo variadas formas y con heterogéneas cualidades. Actualmente, el gobierno k se escuda tras la figura del general y evoca su nombre en actos. banderas y canciones. Pero lo curioso es que del otro lado de éste modelo iniciado en 2003, se enfrentan otras vertientes (¿cuál es la verdadera?) que también inmortaliza a Perón, con banderas y similar himno. Pero ¿Cuál de los dos es Peronismo? ¿El Peronismo es de derecha o de izquierda? ¿Acaso Perón no intentó realizar un movimiento alternativo al Capitalismo y al Comunismo? ¿Cómo es que hoy a este gobierno lo acompañan partidos tradicionales de la izquierda y "gorilas" empresarios que fueron enemigos en épocas no muy anteriores?. ¿Ser "gorila" no es ser peronista? ¿El peronismo desapareció con Perón? En nuestro país conviven, dialécticamente, versiones de hombres y mujeres de todos los colores, de todas las banderas, de todas religiones. La multiculturalidad que puede observarse en Once o cualquier otro sitio demuestra la heterogeneidad con la que convivimos. Entender al peronismo es una manera de atender a criterios que nos covierten en diferentes al de al lado, cosmovisión asimétrica de paradigmas obsoletos. El Peronismo nace como consecuencia de la Posguerra, en un país estancado económicamente (sin industrias y caída del la producción agrícola ganadera) y con la amenaza constante de Golpes militares. No hay que olvidarse que el mismísimo creador del movimiento proviene de una casta de hombres donde el autoritarismo (y no digo autoridad) emerge con fuerzas insospechadas pero que se mitigan en la masa de trabajadores que pueblan la plaza. Trabajo, sindicatos, salarios, democracia, derechos que empiezan a ser visibles pero que culminarán con los propios camaradas del ejército. El segundo Peronismo no existe, es inválido. Cámpora exhibe su acercamiento a un pueblo que no lo reclama. Luego, un Perón viejo, dominado, enemigo de la juventud. En sus discursos no se perciben sino el desafío y la no voluntad política de una posible reconstrucción. El pueblo esperó lo que él ya no tenía para darle. Lo que viene después, luego de la democracia alfonsinista merece un capítulo -o varios- aparte. El menemismo viene a ser la práxis neoliberal por exelencia en el continente junto con Fujimori del Perú. Es Peronismo renovado, pero peronismo al fin, ejerce un libre mercado que termina con una crisis anunciada, deja al acechó a un país a la convertibilidad para despojarlo de todas las políticas públicas estatales. Siempre bajo el nombre de Perón. Lo mismo Duhalde, con autoritarismo peronista reprime una marcha en avellaneda y asesina a dos jóvenes piqueteros. El actual gobierno Kirchnerista -Peronista no se parecen a los mencionados. Sin embargo, están presentes las cualidades que exigen ponerse de un lado o de otro, en fin, "estás conmigo o no estás", disyuntivas que provienen de octubre del 45. ¿Hay autoritarismo en el gobierno actual? Sí. Represión a pueblos indígenas (Wichis) o a organizaciones como la CCC (Jujuy), un desaparecido en democracia (y vari@s). ¿Hay corrupción? También. Jaime, las valijas, Shoklender, Skanska, dinero en un baño presidencial. Pero, cabe preguntarse ¿el peronismo es corrupto?. Hay hechos que lo aseguran, aunque éste no sea su principal defecto. Cierto es que el Peronismo, con o sin Perón, se hace existir. Se manipula así mismo, lo manipulan. Se malinterpreta, se contradice, se inmola. Es empresariado, coercitivo, apropiante. Dice luchar contra el capital pero ejerce el capitalismo. Y a pesar de todo ello sigue en el poder, y se hace cada vez más poderoso.

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