martes, 15 de octubre de 2013

UNA PASION DESENFRENADA

Durante los años ´80, el fútbol mundial vivió situaciones de pasiones exageradas. Una de ellas tiene que ver con un hincha que quiso donar el cartílago de su pie derecho para que el goleador de su equipo continúe jugando. Van Basten, delantero holandés capo cañoneri, agradeció la intención del Tifosi milano pero se negó a aceptar semejante donación. El hincha, un poco terco, le ofreció el corazón a cambio de otro zapatazo a la red.

No hay comentarios:

Publicar un comentario