martes, 24 de enero de 2012

Las cosas por su nombre mueren

Ahora le llaman “valla fronteriza” al cerco que prohíbe la libertad e “indocumentados” a los negros colonizados que huyen en busca de refugio y dignidad.
Estado de sitio” y “toque de queda” sirven para denominar a los golpes de Estado y a la “represión policial”. A ésta última la esconden tras “dispersión de manifiestantes”.
Para realizar un desalojo se envía al cuerpo del ejército, gendarmería, tanques, grupo geo, perros, camiones blindados anti disturbios, escudos antimisiles. Si uno reclama derechos está molestando y complicando el tránsito.
El “déficit habitacional” es la negación de una vivienda y “ocupa” al que se da el derecho a vivir bajo un techo. Todos aceptan la libertad de expresión pero las paredes se siguen escribiendo y se quejan de las protestas. Varios recurren a la libertad de prensa y desde sus diarios critican a otros, oficial u oposición.
Pobres los indios del Chaco” oímos comentar y desde hace quinientos años vemos cómo se los atropella e ignora, y nada hacemos para acompañar su lucha y promover los valores.
No hay pobreza sino “bajos recursos”, no hay ricos sino “pudientes”. La miseria es propia del hemisferio sur y la explotación de la parte norte.
No hay miseria y abandono sino “indigentes”. No hay trabajo esclavo sino “situación laboral precaria”; no hay trabajo en negro sino “peones con posibilidades de ascenso”.
No son abusadores sino “desviados sociales”. La cárcel sirve para ladrones de gallinas y no para genocidas. La seguridad que reclaman los ricos es para cuidar su tesoro; la seguridad para un pobre es no perder el trabajo.
Ningun hombre pude hablar de libertad si visita a mujeres en boliches nocturnos.
Si sos puto sos normal, si sos negro sos raro, si tenes gorrito sos chorro.
Si un pobre roba es un delincuente; si lo hace un político en su legajo se leerá “delito excarcelable”. Si un pobre progresa, anda en algo turbio; a la 4x4 el rico la hizo en base al sacrificio. Un desocupado es un vago que no tiene voluntad, mientras los estudiantes universitarios le temen más al “presupesto” que sale estudiar que a los propios exámenes.
El joven que se divierte se droga, si participa de la política es porque no estudia. Si es morocho o usa gorrita la policía buscará antecedentes y se lo expone ante los vecinos para revisarlo.
Mujer de país limítrofe solo puede ser "empleada doméstica" y una travesti solamente puede ejercer la prostitución. No hay "gatillo fácil" sino "prevención de delincuencia"; no hay persecución policial sino identificación por "portación de rostro".
Comunista, indio, piquetero, villero, negro, sindicalista, militante, inmigrante fueron siempre malas palabras para un sistema que oprime a los que menos tienen y protege a los que más explotan.
A este sistema (consumista, racista, imperialista) sólo le interesa etiquetar "adecuadamente" conceptos discriminatorios, sexistas y represivos que empeoran día a día la condición humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario