jueves, 13 de junio de 2013

FAIR PLAY



Mucha expectativa en el estadio enlatado. La gente alienta sin mayor alboroto y hasta parece meterse en la piel de los jugadores que apenas traspiran moviéndose a lo ancho del terreno.
Rápidamente llegan los goles y el cambio de balón (retenida por una máquina exitista). El tiempo pasa y los jugadores luchan cada pelota sin perder sus puestos haciendo pasear la pelota por el rígido campo de juego, se ven manipulados (ya no por los empresarios) por los espectadores que disfrutan más que ellos.
La última pelota resuelve el partido, con un pase "como con la mano", tras una jugada sucia, de remolinete.
Final del pleito, no por el tiempo, sino que ya no hay más monedas para jugar otra ficha.

sábado, 25 de mayo de 2013

"La década ganada" y los perdedores de siempre

                                       "Si a la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia"

¿Triunfo de quién? ¿De los que otra década más se llenaron los bolsillos a costa de las y los trabajadores?
Más hondo no se podía caer después de una dictadura atroz, un menemismo (peronista) que vendió medio país, una Alianza totalmente perdida e inoperante, un duhaldismo (también peronista) de lo más retrógrado y derechoso (y otras barbaridades más). El Kirchnerismo llegó al poder con un mensaje conciliador en políticas públicas  y se apropio de banderas que los mismos Néstor y Cristina despotricaron en los 90 (como  la privatización de YPF y la venta de tierras en el sur), diciendo que ahora iban a luchar por cosas que antes ignoraron.
Apoyo la Ley de Medios y quiero que Clarín deje de monopolizar la información, que Papel Prensa sea del Estado, pero que tanto los medios como el papel sean de fácil acceso para todos los sectores cosa que aún no se ha dado.
Estoy a favor de la Ley de Matrimonio Igualitario (pese a la molestia que le provocó a  más de un sector del mismo gobierno), de que los pibes voten a los 16 (aunque mejor formados en un sistema educativo que hace agua por todos lados). Celebro que los genocidas estén presos y que sean condenados a cárcel común, del mismo modo en que lo deben ser los corruptos que manejaron (y manejan) el sistema tranviario que provocó la muerte de 51 personas.
Una herramienta importante ha sido la Asignación Universal por Hijo. Desde el ámbito educativo ha sido útil para bajar el índice de la deserción escolar (aunque sigue siendo alta en Secundario Superior), y nada más. Porque a pesar del 6% del PBI que se invierte en educación sigue habiendo un vacío en la formación docente, en la parte edilicia de las escuelas, en el material de trabajo, en los sueldos que demuestran que no es prioridad la educación para el gobierno.
Si en nuestro país sigue habiendo pobreza y miseria, si hay reclamos por tierra de los pueblos originarios (y encima represión), si hay explotación minera indiscriminada y contaminación, si hay apropiación de medios, si enlaza amistad con la burocracia sindical, si se ataca a los docentes, si se criminaliza la protesta con la Ley Antiterrorista, si el clientelismo domina a los sectores populares, si la inflación repercute fuertemente en las clases más bajas, si el trasporte público sigue siendo nefasto, si Jorge Julio López y Luciano Arruga no aparecen, si la corrupción gira siempre entorno a ellos, si continúa respondiendo a los que quieren los de arriba (empresas extranjeras, bancos extranjeros, Barrick Gold, entre otras), no es la "década ganada". Disculpenmé, pero estamos tan lejos del triunfo popular como antes desde este gobierno.
Yo le llamaría la década de la ganancia.  Un Estado que gobierna para la clase media y le hace cosquillas a la oligarquía no puede llamarse popular. Un gobierno que responde a lo que quieren "los de arriba" no gana más que en negocios de propiedades , millonarios sueldos, autos y countrys donde ellos viven.
 Quizá lo más triste es ver la ausencia de oposición para que este gobierno adquiera los votos que tiene, siendo que el único opositor que se vislumbra es Clarín, y le conviene, porque compite con "un par" en la hegemonía de la comunicación y en la economía que genera la información (FPT, propagandas, compra de medios). La empresa de Magnetto es la más amarillista junto con las que ha convertido el gobierno.
El kirchnerismo tuvo diez años de un discurso contradictorio, ambiguo, poco serio como el de otras décadas pasadas. Si bien nunca esperé otra cosa de los aliados de los Moyano (con los que ahora se odian)o compañeros de radicales (Lavagna en su momento, Cobos después) al menos hubieran tenido la cordura de concluir políticas en vivienda, tan necesarias en los barrios; de trabajo en blanco y obras sociales tan necesarias en Derechos Humanos.

Es evidente que sigue habiendo perdedores que, casualmente, son los mismos de siempre.

domingo, 12 de mayo de 2013

LA LITERATURA COMO TRANSFORMADORA SOCIAL

Al que le interese cambiar las cosas de este sistema capitalista que nos oprime cada vez más, tiene que leer. Leer, de por sí, es un acto creativo y de rebeldía. Pero a veces no alcanza con leer y es necesario escribir y contar, lo que significa combatir al sistema. Leer, escribir y contar pueden ser los grandes agentes para transformar lo que nos rodea.
El libro es un objeto revolucionario, un arma letal y poderosa que hoy, lamentablemente, está en manos del mercado que lo explota, que lo usa como medio de mercancía a precios desorbitantes o simplemente condenándolo a las góndolas de los supermercados, limitando su acceso a los lectores.
Es necesario liberar al libro, aunque parezca redundante. Desde que nació, el libro es un formato donde se plasman ideas, se propone otro mundo, se denuncia el que tenemos.
Tiene su origen religioso, luego aristocrático y monárquico y ahora empresarial. Hay que comenzar por combatir el precio, qitárselo al imperio editorial. Pero ¿Cómo?
Una de esas formas puede ser sustraerlos de alguna librería y llevarlos a una biblioteca popular, barrial o a la escuela (aunque aquí el Estado debería garantizar los buenos libros a los ciudadanos). Hay que rebelarse contra los que nos prohiben.
Otra manera sería vender libros a bajo costo y armar una cooperativa donde se sustituyan por otros, donde se hagan circular los libros que sean necesarios para la práctica revolucionaria, donde se truequen en una jornada de intercambio.
Libro en manos es otra cosa. Porque el conocimiento y la imaginación pueden generar la ruptura de un sistema que nos quiere pobres, ignorantes y esclavos. La dominación territorial y económica es feroz, pero la intelectual es mortal.
En el aula siempre repito que cuanto más sabemos es más difícil que nos dominen. Cuanto más conocemos el mundo, más capacidad de decisión tendremos. As í llegaremos a la ansiada liberación, la del libro y la nuestra.
El rol social del arte sigue siendo conmovedor. La cultura popular debe combatir a la cultura de masas, a la cultura de elite. Aunque nos resulten conceptos setentistas, hoy parecen estar más presentes que nunca y debe continuarse esa lucha que nos antecede: la contracultura, la puja por devolvernos lo que nos han quitado. Desde los códices aztecas hasta las voces quechuas, pasando por los panfletos anarquistas, los libros censurados y los sonidos de nuestra música pagana.

sábado, 27 de abril de 2013

Borges y la justicia popular

 "Pensó que la etapa final sería menos horrible que la primera y 
que le depararía, sin duda, el sabor de la victoria y de la justicia"

"Emma Zunz", uno de los mejores cuentos de Borges, es conocido por la técnica narrativa propia de uno de los grande escritores que ha dado esta tierra. La búsqueda de adjetivos justos, una sintaxis perfecta consumada en párrafos claros y elegantes en los que interviene el narrador, han hecho una composición expectante con cada avance de una historia singular que no deja de ser atrapante.
Sin embargo, ese cuento (de "El aleph") contiene elementos que rara vez se puden notar en Borges en relación a su contrariedad con lo popular, lo de abajo, lo plebeyo. Quiero decir, en "Emma Zunz", se dan aspectos de la vida social de una muchacha pobre ( joven, y encima mujer) que decide matar a su jefe (un burgués que ha ascendido en su puesto fabril) en plena huelga (sostenida hasta políticamente por Emma) porque entiende que el señor Loewenthal es el culpable del suicidio de su padre (ex compañero de éste en la fábrica).
Es harto conocido el origen de Borges: aristocrático, de círculo oligárquico, de la elite cultural, de un grupo social cerrado como "Sur", profundamente antiperonista. De pronto, ¿descubrimos un texto donde los prejuicios de la clase quedan de lado ? ¿Solo le sirve a Borges para crear un cuento y nada más?
A no ser por lo dicho en el primer párrafo, este relato no parece escrito por Borges. Claro, lo delatan la prosa magistral que evoca el oportuno tecnicismo propio del autor de "Ficciones".
Algún lector atento dirá que Borges se interesó por el gaucho (sujeto social, pobre y oprimido), aunque prefirió la intertextualidad ("El fin", "Biografia de Tadeo Isidoro Cruz") para manipular personajes del siglo XIX. Otra recordará  Juan Muraña o los malevos del tango: protagonistas de su tiempo en los arrabales que utilizó un Borges incipiente en la escritura que luego abandonó.
No hablo de Borges "progresista", pero al menos pueden observarse características de una protagonista cuyo sentido de la vida demuestra en su búsqueda de justicia con un plan, el sacrificio ("ella le sirvió para el goce y él para la justicia"), la voluntad de transformar su destino y el del otro, donde la muerte del enemigo será para deshacerse de quien ha hecho el mal. La justicia popular, por mano propia, por el honor y la dignidad (aunque haya sacrificado su cuerpo, ella se piensa digna, aún en el dolor).
No es casual que Emma haya roto el dinero que el marinero le deja en la mesa de luz, mientras que por el otro lado el narrador dice que para Loewenthal  (un religioso) "el dinero era su verdadera pasión". La antítesis de estos personajes confirma la existencia de un propósito elocuente: Emma, hacia el final, miente y hace justicia; en tanto que para los que tienen capital, pagan para tener la suya.

sábado, 20 de abril de 2013

Taller Literario para jóvenes y adultos

A partir del miércoles 8 de mayo desde las 17hs en la biblioteca de APRONOVID (ALSINA 1071) comenzará un Taller Literario (lectura y producción escrita) a cargo del profesor y autor del libro "Cuentos para despertarse", Víctor Torres.
El mismo constará de un encuentro por semana y se trabajarán temas como: tipologías textuales, géneros discursivos, vanguardias (Poesía y narrativa),  el cuento breve latinoamericano, textos periodísticos y crónicas. Además de lecturas de autores como Galeano, Arlt, Borges, Pizarnik, Soriano, Cortázar, entre otros.
La forma de trabajo será no sólo individual sino colectiva, ya que un escritor hace un trabajo solitario pero necesita de los social para llegar a la creación.
El costo será módico y convenido en la presentación, sobre todo por las instalaciones y el material a utilizar.
Para inscribirse, mandar un email a vtvictor9@gmail.com, cupos limitados.

martes, 9 de abril de 2013

DE PUÑO Y LETRA por Manuel Picallo (Reseña de “Cuentos para despertarse” de Víctor Torres)





Toda opinión acerca de lo escrito contiene en mí una parte de admiración y otra parte de condena, pero en este caso lo particular de esta escritura ha desbordado en sí lo meramente crítico para no hallar en ella más que elogios. Y no solo por el hecho de que quién escribe es ya una persona especial sino también porque la difícil tarea de escribir exime a que la realiza del compromiso de agradar.
Leer ha sido para mí un placer intelectual y otro tanto físico. Pero he aquí que una nueva dimensión se ha agragado a la anteriores y me he descubierto leyendo desde el corazón. No por aquello que he podido establecer en relación con la lectura sino porque lo que he encontrado en cada uno de estos mini-relatos, ha despertado la zona más subjetiva de un lector: las emociones.
Y ante estas, no caben medidas de valoración posibles. Puedes cerrar las puertas a los sentimientos pero yo en cambio me he permitido abrirlos. Y entonces las historias, mezcla de ficciones y realidades, me han tocado (he aquí otra metáfora de la lectura como actitud física) y han ido remontando desde mis impresiones desconocidas. Por ello es que ha sido toda una celebración para el espíritu que alguien tan joven demuestre tan viva pasión por la escritura, por eternizar en palabras situaciones y personajes y por darle a la existencia la oportunidad de mostrarse nuevamente a los hombres.
En lo personal debo confesar que he sido alcanzado por aquella frase que expresa que “...Lo cierto es que algunos héroes tienen himnos y otros aguardan a tener justicia...” (de “Algunas muertes no son en vano”), sentido sentimiento de que los otros no son el infierno como dijera Sartre sino de que se espera que los demás conviertan alguna vez este infierno en paraíso.
El mérito de este libro estriba en que no contiene frases altisonantes, estructuras complicadas, giros idiomáticos oscurantistas, ideas rebuscadas, metáforas exigidas como en la de tantos otros noveles escritores sino que transcurre por los andariveles del lenguaje llano del pueblo que hace de lo cotidiano maravillas. Los misterios de París.
Nadie pues tiene derechos ni obligaciones con respecto a la lectura o la escritura, pero sí el permiso natural de arriesgarse a difrutarla y eso, y sólo eso, es toda la literatura.
Por otra parte he experimentado el transitar por estas líneas que la persona detrás de ella encierra: una visión del mundo humanitaria aravesada por los dolores y las alegrías del punto de estar vivo en medio de otros seres semejantes a el. Del júbilo de saberse unido y no por fuera de las desventuras ajenas y de compartir el camino de las sencillas en esta búsqueda por hacer del mundo un lugar más justo.
Es por lo tanto para mí un honor tener entre mis manos este libro, guardarlo entre los estantes de mi biblioteca y recurrir a él cada vez que tantas teorías y conceptos amenacen con quitarme las emociones.
Nada sé de fútbol pero aquello de “Fue de casualidad” es un relato breve que condensa en sí todo un momento de alegría y tristeza de este nuestro país desgarrado por su paroxismos.
Y es así cómo Víctor lucha no solo con su vida de todos los días sino también con la escritura. Haciendo de este transcurrir en la tierra algo mejor, más bello de mirar y entender, este sentirse junto a los orígenes ancestrales de la patria en “Salvatierra, en el laberinto de las piedras” o la “Leyenda de Cerro Leones” y tantos otros, o doloridamente relata aquello de “El paraíso está en el origen” o “Devolución de gentileza”.
A mí que soy lector voraz pero escritor frustrado leerlo me ha devuelto las ganas de volver a escribir. Un logro que particularmente le agradezco.
Es por lo tanto conmovedor poder sentir que la literatura es creación viva y no “una flor de invernadero” bajo los análisis de la Teoría Literaria. Porque este joven ha logrado hallar en “Cuentos para despertarse” una barrera eficaz contr la comprensión demasiada racional del mundo literario y nos ha entregado lo bueno de sí en cada página de este libro, tan pero tan sencillo y noble como el proceder de quien lo escribe (que hasta su nombre y apellido aparecen en la tapa en letras muy pequeñas).
Por lo tanto le auguro a su creador más que estas palabras de elogio porque le conozco, le admiro y le respeto. Le deseo: Leshaná tová tikatev vetejem! (Que seas inscripto en el libro de la vida).

lunes, 25 de marzo de 2013

Por otro encuentro fortuito

Por la misma vereda, por otro camino. Ella venía de un lado, él del otro. Ella tenía ya el pelo blanco de memoria y un andar lento como quien busca algo que se parezca a la justicia. El la inocencia de esos años en ninguna parte.
Cuando pasó frente a él pensó en él. El la miró con ternura. Ambos continuaron su marcha que el tiempo y la historia les impusieron.
Al menos por esa vez, abuela y nieto, nunca supieron que ellos eran ellos.
Se encontraron por obligación del destino, no se reconocieron culpa de la maldad de los malditos.

jueves, 7 de marzo de 2013

El diablo que construyó



Había que hacer un mundo donde queparan los diablos. Y el diablo se presentó. El mismísimo demonio llegó un día vestido de rojo, con fuego apasionado y algo en la mano.
Mefistófeles, o rey de las tinieblas (la monarquía nunca le simpatizó), le dio salud al pueblo, educación a los niños, trabajo a los hombres, derechos a las mujeres, viviendas a los sin tierra, futuro a los sin sueños, esperanzas a las sombras sin espíritu.
Ese malvado por el que hoy lloran millones de personas es Chávez y el fuego que traía era de llamas de la revolución.
Como dijera Galeano, ese demonio perseguido por las potencias del norte. Comandante Chávez, el maldito por el que no duermen las majestades del imperio.

lunes, 18 de febrero de 2013

Libros usados, precios populares

Recientemente, en la feria alternativa y popular del FPDS-CN en Tandil se inauguró el puesto de venta de libros que lleva por nombre el título de este blog.
Esta "pequeña librería andante" tiene por intención vender libros nuevos y usados a muy bajo costo para motivar a la lectura y entender que el libro no es un bien material sino cultural que debe ser compartido y difundido.
Si alguien quiere donar libros puede hacerlo comunicándose a este mail manifiestolector@gmail.com para colaborar e incentivar al maravilloso mundo de la lectura.
Esta es una propuesta incipiente que seria importante poder desarrollar.


miércoles, 6 de febrero de 2013

Boletazo: otra medida antipopular

Como todos los años ( y como si fuera una fecha tradicional) el Concejo Deliberante de nuestra ciudad se propuso hoy por la mañana votar otro aumento del boleto de colectivos pedido por las empresas de trasporte de Tandil. Gracias a la insistencia de la Asamblea por el Transporte Público la sesión fue programada para el próximo jueves a las 18 hs.
Sin analizar el costo beneficio, ni las condiciones en las que viajan los usuarios (horarios y recorridos) rápidamente el oficialismo radical llevó al Concejo el pedido de aumento.
Esta fecha, verano, no es casual. Mientras el intendente está de vacaciones y la mayoría de los estudiantes se encuentran en las ciudades de las que son originarios se pretende llevar adelante otra injusta y antidemocrática suba del boleto de colectivos que perjudican al bolsillos de las y los trabajadores.
El municipio menosprecia la lucha. O mandan a la UTA, o sesionan a puertas cerradas o ponen policías en las puertas de la democracia. Son harto conocidos los negociados del municipio con las empresas. Hace tres años se cuestionó al concejal Rossi por acceder a las ganancias de la línea marrón, algo totalmente ilógico y vergonzante.
No es casual tampoco que el Esado no se haga cargo del transporte. Desde hace un par de años el gobierno nacional hace oídos sordos al reclamo por mejorar el transporte público en donde hace agua por todos lados y ahora le hace pagar los costos a los que lo usan.
La mayoría de las líneas, principalmente las que van al Campus, son micros muy pequeños, con poca capacidad y bastante estropeados. Sigue sin existir un ente regulador para saber cómo se viaja. Pero las condiciones de viaje no tiene que ver solo con la poca atención que el municipio le presta sino también con la incopetencia por parte de la oposición (PRO-FPV) de no plantear otra salida ante el pedido de aumento, no hacer un serio analisis de la problemática que genera en el bolsillo de los usuarios ni de pensar cómo elaborar otros recursos sin que afecte a la economía de los usuario año a año.
Por cierto, parece que es solo una medida que atañe al sector estudiantil porque la mayoría de los que reclaman son jóvenes que van a la universidad.Tandil tiene eso que no sabemos cómo llamarlo pero que ignora o no se moviliza cuando le tocan el bolsillo a los que a diario usan este transporte para ir a sus trabajos. Quizá falte llegar al ciudadano común para que sepa cómo se dan estas medidas, falta concientizar en los barrios para hace masiva una lucha que no va a parar y que debe ser permanente para que sea accesibe, en esa época, al menos viajar un poco más cómodos.

jueves, 10 de enero de 2013

Huarmi en el patio

El patio de casa es para Huarmi lo que el maravilloso país de Alicia.
Se le abre la puerta del día y el sol cae rendido.
Huarmi observa cómo los pájaros la invitan a volar, ella se alza y pedalea en el aire como si los alcanzara. Así y todo, cuando llega el ocaso, sus ojos se confunden con el cielo y no hay certeza de que las nubes no la envidien.
Huele las flores y los arbustos con generosidad descubriendo así el aroma vegetal. Chispita, el perro, se acerca temeroso y acepta una caricia en su hocico exagerado.
El canto de un cardenal le gana la atención, pretende imitarlo con un quejido curioso que sale de su boca entre saliva y ruido.
Huarmi sonríe, bella, mientras yo, orgulloso, estoy cada vez más convencido de que la belleza que puede otorgarnos la naturaleza ha tocado un techo.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los libros en el mercado

No suelo ir a los supermercados.

Aquella vez fue una exepción porque la yerba estaba barata (hoy sale caro hasta tomar mates). Entre góndola y góndola las marcas impactaban contra mi vista con total impunidad. Si bién el producto que yo buscaba lo tenía entre ceja y ceja, las publicidades contaminaban mis oidos sin que yo pudiera apenas esconder el enojo.

Atravesé con impaciencia los trapos de piso y rejillas, los desodorantes de ambiente (sentía aroma a eucaliptos y otros rancios). Superé con elegancia las frutas y las bebidas alcohólicas (nadie lo advirtió, pero pude probar un licor exquisito) hasta que, sorpresivamente me topé con un estante de libros.

No pude resisitirme a visitar lo que se vendía. Amagué con salir pero me alteró un libro sobre el gran Agustín Tosco. Desconozco el autor pero el libro se trataba de una especie de biografía.

- Pucha- dije en voz alta, mitigando luego la voz. Tanta lucha, tanto trabajar, tanto sufrir perseguido para que este tipo aparezca al lado de unas latas de merluza. Este chabón merece un destino mejor, ¿cómo se puede permitir que alguien que pensó en un país más justo de verdad se halle aplastado por productos alimenticios, soquetes y juguetes a precio discriminador.

Me indigné. Tomé la yerba, la primera que encontré.

- Este mercado de mierda se cree que puede reemplazar una librería, una biblioteca, mis pensamientos... -digo mientras le doy el primer sorbo a un mate amargo.

jueves, 13 de diciembre de 2012

El librero del pasaje

Una calle mentirosa, de esas que engañan como si fuera un pasaje, me indica el camino. Miro atento el adoquin que se dibuja en perspectiva sobre mis zapatos gastados y Huarmi va colgada en la wawa de hilado peruano, sin despertar (¿en qué sueño profundo se introducen los niños?).
Paso el café (para ese entonces, el sol ya no está tan molesto y me quito las gafas oscuras). Al fondo veo un negocio que no logra ocupar mi modesto tiempo, porque al girar a la izquiera me encuentro con "Mancha y gato": una librería céntrica de Tandil.
Hacía años que no accedía a ella. Quizá por la oscuridad del pasaje, a lo mejor para no internarme en ese laberinto indescifrable que son las librerías en la que no abundan secciones, orden ni catálogo. Y tal vez eso sea lo curioso de ir a "Mancha y gato". Uno siente galopar allí dentro sin espacio alguno.
Ante la pregunta de Fernando - que así se llama el flaco de barba desprolija que se pierde entre las páginas de Tolstoi o quizá Dostoievsky- me produce cierto pudor consultarle sobre un libro difícil de hallar. Y uno se preguntará si está agotado o es inconseguible. No. nada de eso. Es que el librero mantiene un desorden para un lector como yo al que le produce cierta vergüenza hacerle trepar unos ejemplares de Arlt, unas enciclopedias, unos libritos para chicos y hasta números de folletines de poesía en desuso. Allí adentro, hasta la luz hace gestos de fuerza para entrar.
Como si oliera el desorden (aquí me detengo y mejor cambio "desorden" por "revoltijo") Huarmi se despereza y se despierta. A pesar de sus menudos tres meses ella concibe a los libros como una forma de hacer pucheros si no los tiene.
El miedo se ha ido -tal vez mi hija al despertar lo haya expulsado-  y le hablo al librero con total soltura de un libro de Piglia. Fernado, antes de darme una respuesta concisa (juro que no la esperaba) se inclina sobre el monitor de una computadora vieja y se propone buscarlo en el sistema. Me pregunto, ya con crueldad, si en la PC también tendrá el mismo despelote. Me lo pregunto en silencio, claro.
Mientras tanto, a Huarmi parece interesarle una saga de dibujos de animales y letras con colores. Yo me deslizo como puedo entre esos muestrarios de hierro que giran - como si los libros pasearan allí, y se marean- para observar una colección de autores anarquistas. Gambeteo unos mostradores que cargan con teorías de psicoanálisis y textos de autoayuda.
De lejos diviso las obras completas de... No es que me falle la vista, no tengo acceso a ese libro por más empeño que le pongan mis ojos y mi imaginación. Preguntarle a Fernando sería odioso. Es que una pila de cajas de mi altura no me deja avanzar más que desde la puerta.
Casi como un triunfo inesperado, un gol a falta de poco, Fernando baja victorioso de una pequeña escalera para decirme: "¡Acá está!". El tono de orgullo pretende una respuesta rápida. No sé si felicitarlo, hacerle un chiste o mirar el libro demostrando interés. Ésto último me parece lo más sensato y, después de leer la contratapa, le digo que lo llevo.
No crean que me convenció el esfuerzo del librero - no solo por haberlo encontrado sino además por haberse bajado con vida de allí. Sé que el libro vale la pena porque es también un esfuerzo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

"L@s chic@s no leen" ¿Ah, no?

Cuántas veces se oye decir "Los chicos de ahora no leen". Alguien que me diga cuánto leían los jóvenes de otroras, si es posible analizar y comparar la lectura según las épocas, sociedades y sujetos.
Los chicos leen, y mucho. Y además, por más que les pese a algun@s, también escriben.Tienen muchísimas formas de comunicarse. Esos nuevos canales han hecho posible una interrelación entre ell@s que garantiza una estabilidad en el lenguaje, una conservación de nuestras peculiares expresiones (argentinismos que exasperan a los académicos pero que enriquecen nuestro habla).
Una cosa es querer que escriban lo que les exigimos y otra es que no escriban. Una cosa es que lean mensajes obsoletos y otra que lean a Nieztche. A veces se pasa por ingenuo si creemos que los docentes tenemos razón en que un texto literario es la verdadera fuente del lenguaje de un adolescente sin pensar en innumerables herramientas que generan la lectoescritura: desde grafitis hasta rayar la mesa (uso indebido) o dibujos y símbolos hasta el diario íntimo o simplemente una agenda.
El chat lo hace posible, y las redes sociales, y los mensajes de texto. Con sus virtudes y defectos, con sus prejuicios, debilidades y beneficios. La escritura es cada vez más utilizada para expresar sentimientos, para manifestar posiciones, para decir pavadas (porque ya que la dicen los supuestos "entusiastas" del "buen decir", ¿por qué no otorgar ese beneficio a los jóvenes?).
No hay que confundir las supuestas "verdades" que se practica en internet con la oportunidad de escribir. Y digo oportunidad porque - hasta no hace mucho- la censura no permitía la libertad de expresar lo que uno piensa. Y en todo caso, los y las jóvenes se manifiestan a su manera porque así lo desean, porque de carne y hueso estamos hechos, porque es propio de la naturaleza del lenguaje.
Por supuesto que a uno le encantaría que los chicos disfruten de los textos de Gabo, de Arlt, de Silvina Ocampo, de Soriano o que lean el Quijote, Rayuela o Pedro Páramo. Pero hay que contentarse primero con que escriban, y de a poco, interceder en ese espectro inmenso que es la comunicación - la red- y arrimarlos al fogón de los buenos libros donde la brasa de la escritura permenece encendida pese a todo, pese a tod@s.
No sea como Eduardo Feinman, ni como Scioli, Pamela David, Tinelli o De Narvéz. Sea human@ y permita que los más jóvenes sigan escribiendo para sentirse, al menos, un poco más libres.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Una forma de lectura muy particular


Uno puede leer mientras viaja en colectivo, mientras descansa en el inodoro o antes de dormir (o para dormir).
Uno lee porque encuentra en ese acto único la posibilidad de dialogar en silencio. Porque busca en el silencio entrar en otros mundos.
Uno busca tranquilidad y por eso lee en la playa, en la plaza, en la biblioteca, en la computadora.
El Che Guevara leía con el canto de los pájaros y el sonido de las metralletas y, además, disparaba...