martes, 18 de febrero de 2014

Tirar a Casas por la ventana




Hay mucho pastiche en los ensayos de Fabián Casas. Tanto en “Bonsai” como en “La supremacía Tolstoi”, el escritor/filósofo evoca temas que le interesan y sin reparar en si se relacionan o no, los une en una serie de notas, reseñas y artículos en dos libros que parecen ser continuos. ¿Para cuándo el último de la trilogía Fabián?
Debo aclarar que no me parece nada malo esa extraña mezcla donde conviven San Lorenzo, Los Beatles y Faulkner. Parece ser un procedimiento de la literatura argentina actual, fruto de algún pasado o síntoma de otra cosa.
“La supremacía Tolstoi” (2013) me gustó más que “Bonsai”. En éste último -que publicó primero, en 2007- se desata una crítica pocas veces amable y otras tantas prudentes según el tema.
Me resulta incómodo un breve artículo -el más breve del libro- llamado “El Diablo” de la página 88 en el cual despotrica contra Hugo Chávez. Lo llama bajo el epíteto “actor cómico que gobierna Venezuela” y hace referencia al discurso que el ex presidente de la República Bolivariana manifestó en una de las asambleas de Naciones Unidas donde tilda de “diablo” a Bush.
¡Persígnese Casas! ¡Hágalo tranquilo, hombre! Déjeme a mí blasfemar un poco: Mismísimo demonio, Mefistófeles, Malo, Rey de los infiernos y cuánto más crea necesario utilizar estos apodos singulares para denominar al verdadero tirano del siglo XXI.
No se asuste Casas, tengo guardados otros insultos que tal vez le ocasionen algún espanto, cuando quiera se los digo. Bush es lo que dijo Chávez, y más también.
Pero, al margen de la simpatía que le genere o no Chávez a Casas (que por supuesto le puede no agradar), lo que más me hace ruido en el texto es la idea de equilibrar a ambos ex mandatarios: “... no eran enemigos. Estaban trabajando de enemigos” es la frase última que suelta el escritor/filósofo (¿por leer la obra completa de Nietzsche uno ya se puede considerar filósofo?) como si hubiese existido una complicidad entre un revolucionario y un “bandolero” alcoholizado.
Posiblemente no exista presidente más locuaz que Chávez Frías en la historia de nuestro continente, alguien que nunca hizo una guerra y que luchó por su patria, que construyó una nueva forma de hacer política.
Los discursos de Chávez han tenido un dejo de demagogia. Es algo reprochable y lo digo admirando la obra del venezolano y su pueblo. A diferencia de Casas, observo en el discurso de Chávez “la voz del pueblo”, en esas palabras están también las víctimas del imperialismo yanqui, los muertos de Irak y hasta los mismos que habitaban las Torres Gemelas en el día del atentado.
Bush ha sido -y es- la mierda de este mundo hecha persona, Casas, y usted dice que hay una especie de juego para ver quién se odia más. Le pifia, señor, la tiró a la tribuna, usando sus jergas recurrentes en sus simpáticos ensayos.

miércoles, 5 de febrero de 2014

La incipiente condición de decir: literatura rosista y antirosista




En este breve artículo pretendo trabajar con un par de los autores argentinos más controvertidos del siglo XIX, cuyas obras, sin duda, han trascendido y son una cita permanente en cada discusión política de nuestra historia.

El matadero” de Esteban Echeverría es uno de los textos fundamentales del siglo XIX que expresaron vivamente los conceptos de la época desde una mirada crítica y fundamentando los quehaceres del poder. En la narración de Echeverría fluyen los sentimientos de hostilidad entre las dos referencias políticas de la época: unitarismo y federalismo. El autor de “La cautiva” lleva al extremo la antinomia y los enfrenta hasta en un “acto de homosexualidad” como resulta la violación de un partidario unitario por parte de un grupo de federales.

Apenas, articuló esto el juez, cuatro sayones, salpicados de sangre, suspendieron al joven y lo tendieron largo sobre la mesa comprimiéndole todos sus miembros.
  • Primero degollarme que desnudarme, infame canalla...
Los federales habían dado fin a una de sus innumerables proezas. En aquel tiempo los carniceros degolladores del matadero eran los apóstoles que propagaban a verga y puñal la federación rosina...1

Echeverría narró una circunstancia en la que un joven, de la generación del Romanticismo, intentaba huir de las manos de los soldados rosistas. De alguna manera, ese joven era él, una metáfora de su vida escondiéndose, que fue perseguido por Rosas y sufrió el exilio en un momento donde una enfermedad lo tenía a maltraer. Tal vez no se pueda pensar que Echeverría era un “salvaje unitario” ya que no creía en los métodos violentos como forma de poder, pero sí la obra plantea la acción de los federales contra una víctima unitaria. A Echeverría le interesa más describir la agresión de los federales, victimizándo así a los unitarios.
Como contrapartida, se puede mencionar la obra de Luis Pérez donde puede observarse una lectura de índole “apreciativas” sobre “El Restaurador”, es decir, Pérez comunica con sus versos cierta crítica lograda partir del diálogo entre dos gauchos de diferente “clase social” pero que los une el lenguaje y las perspectivas sociales: el patrón y el peón en la época de Rosas.
En un fascímil creado por él mismo (“El gaucho”, Bs. As. 27 de octubre de 1830), “La historia de Pancho Lugares”, un patriota que enaltece la figura de Rosas:

Diez años ya en el campo/todo gaucho lo quería/pues en pialar y enlazar/ EL RUBIO se distinguía.”
No había trabajo por juerte/que aquel se le resistiera/era popular, honrado/Y buen hijo a toda prueba.”
Con esta capacidad/se gano tal distinción/Que en el pago era de todos/Sin duda la admiración.”

Sin dudas, para Pérez la figura de Rosas es valorable desde todo punto de vista. Es un hombre de bien, trabajador, que se ocupó del pueblerino. A través del periódico, Pérez le hace saber a los ciudadanos, mediante la figurar de un gaucho, que Rosas en noble de ejemplo, y ese mecanismo de utiizar una figura se repite nuevamente como con otro autores. La diferencia radica en que Pérez frecuentaba las clases populares como uno más, es decir, su posición anti-aristócrata lo ubicaba como un poeta de la plebe, sumido como parroquiano en las pulperías, abstraído por el paisanaje con la función de escritor.


1Echeverría, Esteban. (1871) “El matadero”. Longseller. Bs. As. 2006- Pág. 245 y 248.

viernes, 24 de enero de 2014

Los niños siempre tienen razón

Siempre me disgustaron los dibujos animados de Disney, incluso cuando yo era chico. Me dije, pues, liberar a mis hijos de programas ilusos, sin sentido, de los programas que dicho canal transmite. Es difícil escapar siendo que están tan impuestos ya sea en la televisión como a través de internet.
Huarmi, al parecer, se vio encantada con “Doctora muñecas”, un dibujo (que ya nada se parecen a los que había en mi época) que relata el “oficio” de una niña morocha (reconozco el avance de la programación en este sentido, ya que durante muchos años tuvo cierto prejuicio hacia los negros) que cura a los muñecos de todo tipo. Su familia, a parte de la madre, son algunos muñecos que la acompañan en sus aventuras.
En una conversación póstuma me dice “¿Viste papá que Riquelme trabaja en los dibus?”. “¿Riquelme?. ¿El jugador de fútbol?”- le pregunto asombrado. “Sí, el mismo. Ese que juega con la camiseta rosa”- sentencia. “No hija, te habrás equivocado. ¿Será que se llama Román y vos lo confundiste? No todos los “Román” son Riquelme ni futbolistas”- le explico para evitar enredos en su memoria y pensamiento. “De verdad, papá”- con un halo de insistencia. Los niños suelen hacer asociaciones disparatadas, pero muchas veces resultan verdaderamente asombrosas. Los niños siempre tienen la razón.
Por supuesto que yo dudaba de que sea cierto. A lo mejor, era la pantera rosa y por eso lo había confundido. Pero claro, luego me aportó otros datos interesantes. “¡Hasta tiene bufanda y no corre, camina!”. Me sorprendió el grado de descripción tan precisa. Decidí, entonces, mirar con ella el programa y así salir de semejante embrollo.
Pero, ¡claro!, ¡Cómo no se iba a confundir Huarmi!. Al que ella confundió con Riquelme era un muñeco de nieve, y se llama ¡FRIOLÍN!.
Los niños siempre tienen razón.

sábado, 18 de enero de 2014

Borges y el otro Borges

Supongamos que vivió más en la calle México que en el mismísimo barrio de Palermo (no importa si el Soho o el Hollywood, el nuevo o el viejo) y que su inmortal desdicha lo condujo hacia la eternidad, la de los libros, la cultura y la crítica universal. Yo hablo del otro, el de la infamia y los fervores que varias veces suele confundirse con el lúcido hacedor que, a pesar de la ceguera, se sienta a contar las líneas de unos felinos y a silbar “la cumparsita” en las avenidas de Zurich. Escapan de un laberinto (Borges y él) y se involucran en otro que se bifurca sin tiempo ni eternidad. A uno lo deleita la prosa de Conrad y el otro exaspera con Shopenhauer. A Borges le surge un diálogo con Homero y una cita con Sábato, mientras que al otro –amante de los mapas- un interminable río de recuerdos junto a Heráclito, Shakespeare y Cervantes. -“Cada uno de los dos era el remeda caricaturesco del otro”. Contaba uno de ellos confundido como en una torre de Babel. Recostado en guardalibros de Cambridge o Ginebra lee a pesar de la ceguera. Practica latín e inglés, harto de suturas y condiciones ambiguas. En prosa o en verso. A Poe o a Faulkner. Con Bioy o Macedonio. A los dos les agrada compartir un café en Buenos Aires o en casa de las Ocampo resolviendo el esquema casi dogmático para instaurar el ultraísmo en América y manifestarlo en Sur o en Proa. Vieron a Fierro huir despacio como desconociendo un hecho, simulando un homicidio. Alguno de los dos lo vio morir en el desierto en manos de un morocho. La crónica así lo amerita. Fueron testigos de aquel hombre de frondoso prontuario que apuñalaba en los conventillos y que se disfrazaba con el nombre de Muraña. Pero yo les hablo de él, de Borges... de él y de Borges. Aquel escritor erudito y agnóstico (entiéndase en plural) que rozó el Nobel con la punta de sus dedos cuando los suecos se jactaron de su apoyo derechista. El “niño” que vociferaba en las Universidades de todo el planeta urgiendo de su desidia, optar por leer antes de escribir. Entonces, es a más de uno al que le gusta leer, que intenta descubrir los enigmas del tiempo. El fue quien, despiadado e infeliz, acometió a injuriar las proezas de los hombres que se ríen del destino y acaban desafortunados. Borges fue quien repliega el lenguaje súbdito de la tradición literaria argentina, para convertirse en un Inglés destinado a los arrabales porteños. Ahora su alma ríe en otro lado, vaya a saber uno en qué locura de Menard. Uno reconoce que el otro emplea bien el disfraz e ignoran si han sido cuerpos de una misma sombra. El espíritu cree ser el mismo, las virtudes parecidas. La vida es otra, o la del otro. Hoy, ya no sé cuál de los dos escribe éstas páginas.

martes, 14 de enero de 2014

Charla-debate sobre literatura en la casa de la cultura: ADET

CHARLA DEBATE: "El rol del escritor en la sociedad actual" el VIERNES 17 DE ENERO a las 19hs en la Casa de la Cultura (Rodríguez y Belgrano). Entrada libre y gratuita.
A cargo de Víctor Torres y Nicolas Arizcuren
En el marco de "CONSTRUCTORES DE ESPEJOS" actividad cultural en Tandil organizada por ADET.
Los esperamos!!

lunes, 23 de diciembre de 2013

EL QUE VA A LA BARRERA (adelanto del próximo libro)



Quizá para demostrar coraje o sacrificio por el equipo, el jugador que va a la barrera suele tener sensaciones que rara vez se observan en un partido de fútbol. No hay un jugador que se dedique exclusivamente a eso (como suele ocurrir cuando se mete a un defensor más para sostener el resultado o meter a un buen cabeceador para buscar un gol por arriba) aunque la posición en donde se realice la ejecución o la altura del jugador suelen ser características para evocar su presencia en la frontera que evite el remate directo al arco. También está el futbolista que se hace el gil y se mete en el área o se va a la mitad de la cancha para evitar ser el blanco de un pelotazo.
Un tiro libre suele ser para el arquero muy peligroso y, a la vez, el oportunismo para destacarse gritando e insultando a sus compañeros que se ubican como sospechosos en ronda de reconocimiento. No hay portero que deje pasar esa oportunidad y se tome todo tipo de atribución para guiar a los jugadores a formarse en una “vanguardia” que se escuda en línea para evitar el gol. Sabido es que si la pelota atraviesa el muro humano puede ser un problema.
El que va al barrera mira fijo la pelota. Piensa rápidamente en su descendencia, en la procreación (ve a su mujer solicitándole otro hijo), en su cuerpo y se protege con una mano la zona más sensible. Con la otra, suele cubrirse la cara aunque a veces, algunos se cruzan el brazo por el pecho hasta agarrase del hombro vaya a saber uno porqué.
Siempre hay un vivo que da la orden en el momento de adelantarse a los nueve pasos que el árbitro indica al azar y al ejecutante le basta con amagar a patear para ridiculizar la valla humana que termina casi al lado del pateador. Por suerte se inventó el aerosol que al que ridiculiza en verdad es al árbitro.
Ir a la barrera y tolerar un pelotazo en la oreja, la espalda, el muslo, el culo o en los testículos en un partido con mucho frío, más que sacrificio es un suicidio. Aunque peor debe ser si detrás de la pelota aparece Roberto Carlos listo para un disparo certero al cuerpo del adversario.


lunes, 9 de diciembre de 2013

"Literatura popular". Entrevista a Hernán Casciari.

El en Barcelona. Yo en Tandil. Ambos tratando de dar en la ícono del telefonito a la hora precisa para poder hablar por skype. Luego de tanto insistir el momento llega y la voz de Hernán Casciari aparece, a la distancia pero, al mismo tiempo, con una cercanía que el escritor va mostrando con cada frase de zaguán adentrándonos en la comunicación. Miles de kilómetros que la literatura y el fútbol, de alguna manera, terminan con los límites impuestos.
En una charla muy nutrida de análisis y definiciones  acerca del mundo en el que aparece la Revista Orsai, su directo Hernán Casciari, describe con agudeza los caminos, sensaciones, resultados y características de una revista cultural que ha logrado una popularidad notoria en todo el mundo. Lamentamos su culminación en estos días, pero sabemos el reconocimiento que generó debido a la calidad literaria, al trabajo del escritor (autores de todo el continente) y al rol del nuevo público lector en internet. De eso hablamos.



¿Cómo es el proceso creativo de la revista, teniendo en cuenta la impresión y distribución?
La pensamos con Chiri, mi amigo con el que la elaboramos. El vive en Buenos Aires y por Skype nos comunicamos, intercambiamos ideas, pensamos un eje, autores que queremos publicar. Yo viajo cada dos meses a Buenos Aires donde nos reunimos para el números siguiente con editores. Entre ellos, Josefina Licitra que trabaja mucho y con gran naturalidad en la edición de Orsai.

¿Qué significa ser una editorial por fuera de la industria?
Huyendo de la industria es no dar pelea en ese campo. Nosotros vamos a otro lugar, apartado, y llevamos a cabo un proyecto por fuera de la industria editorial que domina el sistema de publicación literaria y cultural en general. Nos propusimos, desde un principio, laburar lejos de las reglas, con otros tiempos, con amigos del barrio, con autores amigos.

¿Qué tan importante es la función del lector de la revista y qué características posee éste? ¿Se lee menos, más pero fragmentado o ha cambiado la forma de leer?
Es difícil entenderlo. Parece ser un lector desconcentrado. Es difícil que participe solo en lectura por la fragmentación y obstáculos que internet suele generar.
Es una discusión que ignoro. Desconozco cuáles son las verdaderas características del público lector. La lectura es cada vez menos concentrada, no estamos capacitados para prestar mucha atención a un mismo objeto o, este caso, texto.

Trabajar sin publicidad es, sin dudas,  un gran desafío para ustedes. ¿Cómo manejan los números de la inversión en la publicación y qué sucede si "no cierran los números"?
Los números no cierran nunca. La publicidad es comercial y no nos gusta, por eso hacemos un revista en formato papel y digital con cero producto a la venta. No hacemos la revista para ganar plata porque es como hacer un viaje. Así y todo, a los autores les pagamos en el bolsillo el dinero que le corresponde por su trabajo. Y eso que nos llegaron propuestas, públicas, privadas y de instituciones políticas pero no las aceptamos.

Una vez te escuché decir que Orsai es una revista popular. Defina y caracterice, a su criterio, la "Literatura popular". ¿Eso quiere decir que hay otras?
Creo que hay literatura para colegas, muchos libros que son consumidas por autores: eso no es literatura popular, es literatura para escritores. La literatura popular es la que tiene poca complejidad a la hora de leer el texto, de temáticas comunes o cotidianas, con recursos humorísticos y costumbristas,  con un lenguaje accesible y una historia singular.

Yo podría, entonces, poner como ejemplo "Messi es un perro". Es un cuento que me fascinó cuando lo leí y, como futbolero y profesor de literatura, pude advertir que se lograba conjugar al arte escrito con un hecho popular como lo es el fútbol de manera brillante.
Sí, bueno. Ese es un cuento que tiene un lenguaje sencillo, que representa un personaje conocido por todos y, al vez, una historia que me ocurre a mí en la infancia con mi perro "Totín".

¿Cómo continuar el camino para resistir a la industria editorial y hacer más accesible la construcción colectiva de la cultura?
La cultura debe estar ajena a la industria. La industria actúa como un grupo de empresarios que quieren hacerse ricos. Como autores intentamos crear otra plataforma, alejándonos del sistema editorial que explota a los escritores. Sabemos que autoeditar es caro pero peor es el cerco comercial que rodea a la cultura.





viernes, 6 de diciembre de 2013

Las cosas por su nombre mueren




Ahora le llaman “valla fronteriza” al cerco que prohíbe la libertad e “indocumentados” a los negros colonizados que huyen en busca de refugio y dignidad. “Estado de sitio” y “toque de queda” sirven para denominar a los golpes de Estado y a la “represión policial” la esconden tras “dispersión de manifiestantes”.
Para realizar un desalojo se envía al cuerpo del ejército, gendarmería, tanques, grupo geo, perros, camiones blindados anti disturbios, escudos antimisiles.
El “déficit habitacional” es la negación de una vivienda y “ocupa” al que se le niega el derecho a vivir bajo un techo. Todos dicen aceptar la libertad de expresión pero se quejan de las protestas y piquetes. Varios recurren a la libertad de prensa y desde sus diarios critican a otros, oficial u oposición.
“Pobres los indios del Chaco” oímos comentar y desde hace quinientos años vemos cómo se los atropella e ignora.
Ningún hombre pude hablar de libertad si visita a mujeres en boliches nocturnos.
No hay pobreza sino “bajos recursos”, no hay ricos sino “pudientes”. La miseria es propia del hemisferio sur y la explotación de la parte norte.
No hay miseria y abandono sino “indigentes”. No hay trabajo esclavo sino “situación laboral precaria”; no hay trabajo en negro sino “peones con posibilidades de ascenso”.
No son abusadores sino “desviados sociales”. La cárcel sirve para ladrones de gallinas y no para genocidas. La seguridad que reclaman los ricos es para cuidar su tesoro; la seguridad para un pobre es no perder el trabajo.
Si un pobre roba es un delincuente; si lo hace un político en su legajo se leerá “delito excarcelable”. Si un pobre progresa, anda en algo turbio; a la 4x4 el rico la hizo en base al sacrificio. Un desocupado es un vago que no tiene voluntad, mientras los estudiantes universitarios le temen más al “presupesto” que sale estudiar que a los propios exámenes.
El joven que se divierte se droga, si participa de la política es porque no estudia. Si es morocho o usa gorrita la policía buscará antecedentes y se lo expone ante los vecinos para revisarlo.
Las palabras son las primeras en ser lastimadas a la hora de lastimar.

martes, 22 de octubre de 2013

El fútbol que nos duele

¿Alguien se acuerda de lo que es el fútbol? ¿Recuerdan cuando había que llevar la pelota con la mejor calidad/capacidad/habilidad (si es en equipo mejor) posible hasta el otro arco y convertir eso que se llama gol?¿Acaso es perder la compostura, la cordura y ganar como sea y a las piñas? ¿Quién genera la violencia? En cualquier momento, los partidos se van a jugar no sólo sin público visitante sino también sin equipo visitante.
El fútbol argentino está pasando por una de las peores etapas en todos sus aspectos. Se juega mal, las canchas se convierten en rings y las tribunas en jaulas de "vale todo", las barras dirigen los clubes, la policía le pega a chicos y mujeres, el defensor ya no para la pelota y el delantero la tira afuera debajo del arco.
¿De dónde sale la violencia? Al parecer desde el vestuario. Pareciera que el jugador en vez de vendarse los tobillos se venda las manos para salir a pelear cual boxeador. Hace tiempo han quedado de lados los lujos (esas maniobras con la pelota y los pies que hacen enredar a cualquiera), ya no se ven hinchas que disfruten de un espectáculo sino que van a putear a los jugadores y cuerpo técnico y dirigentes (¿paga la entrada para ir a putear? puede hacerlo gratis en el patio de su casa si quisiera) y hasta a comerse trompadas del entrenador de su equipo.
Fíjese lector que de lo que va de este texto no nombré a los árbitros. Pero ¿para qué perder el tiempo y caracteres? Por errores groseros se suspende a un árbitro por fecha. En cualquier momento va a dirigir un inspector de tránsito.
 Y uno mira un partido y le duelen los ojos. No sólo se harta de las propagandas oficialistas que estorban la pantalla en un desborde (que rara vez sucede) sino que ningun equipo alcanza a realizar dos pases seguidos. Y así y todo, los mejores jugadores de fútbol mundial siguen siendo y surgiendo de estas tierras. Es curioso, al menos para mí.
¿Será que acá siempre quedan los peores? No lo sé. Suena burdo pensar eso pero a los pibes de dieciocho o veinte años los venden al exterior con apenas cinco partidos en primera y treinta patadas encima. Y valen fortuna.
Desde lo político, todo igual. Don Julio se va a morir en la AFA. Es más, sospecho que aunque muerto va a seguir dirigiendo los destinos de nuestro juego sagrado, y la complicidad de los clubes que por deudas lo votan. Así todo.
Mientras que a los hinchas, los verdaderos (esos que alientan y piden por una buena jugada, por una pared de dos toques nada más), los que hemos perdido el paladar para que se genere un encuentro mágico y fantástico entre el balón y el player, que ya no exigimos maniobras que nos llenen la vista y aclamemos por otra por más que sea del contrario, a esos hinchas nos duele el fútbol.

martes, 15 de octubre de 2013

UNA PASION DESENFRENADA

Durante los años ´80, el fútbol mundial vivió situaciones de pasiones exageradas. Una de ellas tiene que ver con un hincha que quiso donar el cartílago de su pie derecho para que el goleador de su equipo continúe jugando. Van Basten, delantero holandés capo cañoneri, agradeció la intención del Tifosi milano pero se negó a aceptar semejante donación. El hincha, un poco terco, le ofreció el corazón a cambio de otro zapatazo a la red.

domingo, 22 de septiembre de 2013

La metamorfosis

Descubrimos que Huarmi le saca la comida al perro. La vimos, como escondida, masticando un sabrosito de carne con verduras.
Creemos que Chispita no se enteró aunque, mirándolo de cerca, tuvimos la sensación de que algo nos quería decir con su gesto obsecuente, como si supiera o sospechara que algo con su alimento predilecto había ocurrido.
Intentamos por todos los medios desviarlo del tema, cambiar de conversación delante de él, fingir preocupación por las facturas que aún no abonamos (eso preocupa de verdad) o inventarnos noticias de cosas que nunca ocurrieron ni ocurrirían.
Lo acariciamos con más frecuencia que otras veces y, ahora que lo pienso, eso puede mover a conjeturas que pueden determinar nuestra amistad si se entera de que Huarmi le ha saqueado parte de su ración diaria.
Tememos una represalia de su parte y que cague en la entrada o que no ladre al vecino cada vez que escucha Babasónicos a todo volumen o que deje de mover la cola cada vez que vuelvo del trabajo.
Eso nos preocupa, aunque un poco más si a Huarmi se le ocurre orinar los árboles con la patita levantada, mover la cola cuando come su yogurt, oler los hormigueros o lamer el piso cada vez que se cae una miga de pan.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Otros ruidos que estremecen



Nuevamente nos vemos conmovidos. El eco de un grito doloroso. Escuchamos el estruendo pavoroso de otras piedras que ya no están, y así se va perdiendo lo que nos identifica, lo que nos ofrece la naturaleza para que nos rindamos ante su majestuosidad.
Tandil ha sido sorprendida (¿sorprendida?) de nuevo por las explosiones en las zonas donde antes se extraía una parte de nuestra vida. Porque así lo hemos manifestado como ciudadanos una y mil veces ante autoridades que hacen oídos sordos a esos ruidos que nos atraviesan el corazón. No queda otra que pensar en que el gobierno municipal es cómplice de la destrucción de las sierras tandilenses, que no les importa proteger el área y menos al medio ambiente.
Y no sólo por las dinamitas, porque además se permite cada vez más la construcción de chalets en zonas donde está prohibido habitar, y no es casual que los propietarios de esos lotes pertenzcan a las elites de la ciudad que se acomodan con el lunghismo.
Cada explosión es retroceder culturalmente, socialmente, perder identidad, destruir la naturaleza de la que formamos parte. Y todo por el interés económico que prima sobre los valores humanos que debemos construir.
Habría que preguntarle a las autoridades municipales si esta semana no oyeron el eco de un sonido estrepitoso que se colgó del aire y atravesó las mentes de los ciudadanos concientes de ese daño que genera tanta angustia. Porque hubo personas que sí lo escuchamos porque hubo otros que ocasionaron el destrozo con consentimiento de alguien que levantó el pulgar.
También dijimos NUNCA MÁS a las voladuras, y persisten. ¿Acaso cuidar el medio ambiente no es un Derecho Humano básico y primordial? Tal vez no les genere ganancias respetar y proteger las sierras más antiguas que existen; pareciera que la voluntad de algunos es hacerlas desaparecer. Permitir estos hechos es favorecer los negociados y desdeñar los pedidos de la sociedad.
Habrá que salir de nuevo a las calles, pedir explicaciones, denunciar penalmente a los responsables (empresarios y políticos) que generan agujeros en las sierras y daños irreparables al sentimiento ciudadano.

viernes, 16 de agosto de 2013

EL HÉROE EN LA LITERATURA LATINOAMERICANA- VÍCTOR TORRES




Características del héroe

Para observar cómo o con qué idea se toma la heroicidad de un personaje en la literatura latinoamericana, es necesario brindar una definición para aproximarnos a un término con el cual dirigir el informe.
El héroe aparece como un ser que difiere de otros por su capacidad orgánica, ética y de compromiso para con los demás, que logra a partir de su condición de valiente y sacrificio. El héroe es combativo, transgresor. Rompe con las reglas y la plebe lo sigue, lo idolatra. Esta definición de Galeano, nos permitirá acceder al mundo de los personajes que pr alguna razón de las expresadas puede determinarse como un héroe.
Para trabajar con estos preceptos se tendrán en cuenta los siguientes textos narrativos que servirán de corpus de lectura:

“El señor presidente”. Miguel Ángel Asturias
“Cien años de soledad”. Gabriel García Márquez.
“La guerra del fin del mundo”. Mario Vargas Llosa
“Reunión”. Julio Cortázar.

1. De cómo el héroe es aclamado después de muerto

“El señor presidente” apareció en 1932, y si bien el Realismo Mágico no se había gestado como movimiento literario, su técnica vanguardista (surrealista) influyó en la formación de una narrativa que mostraba lo sobrenatural o irreal como si fuera algo cotidiano.
En la novela de Asturias, el héroe puede remitirse al general Eusebio Canales, ya que alrededor se su protagonismo se realiza la historia. Canales es detenido y sometido a maltratos por ser opositor a la dicatadura de su país, además de ser acusado de un crimen que no cometió. A parti de allí su odio y desesperación se incrementa ya que tiene una hija que cuidar.
Lo curioso es que los pobladores del lugar aguardaron sus buenas cualidades. Es así que lo describen:
Chamarrita (así lo llamaban) les ofrecía devolverles la tierra que con el pretexto de abolir las comunidades les arrebataron a la pura garnacha; repartir equtativamente las tomas de agua; suprimir el poste; implantar la tortilla obligatoria por dos años; crear cooperativas agrícolas para la importación de maquinarias, buenas semillas, animales de raza, abonos técnicos; facilitación y abaratamiento del transporte; exportación y venta de los productos; limitar la prensa a manos de personas electas por el pueblo y responsables directamente ante el mismo pueblo; abolir la escuela privada, crear impuestos proporcionales; abaratar las medicinas; fundir a los médicos y abogados y dar libertad de cultos, entendida en el sentido de que los indios, sin ser perseguidos, pudiesen adorar a sus divinidades y rehacer sus templos”1.

Canales es un héroe por su voluntad, su lucha por los demás. Y muere envenenado porque no es afin a los intereses de ciertas autoridades; a estos no les agrada personas con esos valores. Sin embargo, recién hacia el final y con su muerte se hacen estas confesiones donde su voluntad por transformar la vida de los habitantes es reconocida.
Asturias, además de haber sido un intelectual y un artista, fue militante de la causa indígena de los pueblos centroamericanos. Enseñó Nahuált en las univerdidades de París y promovió la cultura de los pueblos de nuestro continente. Esta cita no es casual no solo para la novela sino para sus propias convicciones. Canales no es un ser sobrenatural y Asturias lo convierte en un hombre distinto que intentaba cambiar la vida de los pueblerinos.

2. ¿Héroe o antihéroe ?
                                              
El coronel Aureliano Buendía... vestía un uniforme de dril ordinario, sin insgnias de ninguna clase, y unas botas altas con espuelas embadurnadas de barro y sangre seca. Llevaba al cinto una escuadra con la funda desabrochada, y la mano siempre apoyada en la culata revelaba la misma tensión vigilante y resuelta de la mirada (…)2

...decidió revisar los títulos de propiedad de la tierra, hasta cien años atrás, y descubrió las tropelías legalizadas de su hermano José Arcadio. Anuló los registros de una plumada...3

Extraviado en la soledad de su inmenso poder, empezó a perder el rumbo. Le molestaba la gente que lo aclamaba en los pueblos vencidos, y que le parecía la misma que aclamaba al enemigo. Por todas partes encontraba adolescentes que miraban con sus propios ojos, que hablaban con su propia voz, que lo saludaban con la misma desconfianza con que él los saludaba a ellos, y que decían ser sus hijos. Se sintió disperso, repetido, más solitario que nunca4
.

Éstas citas corresponden a “Cien años de soledad”. Los protagonistas de una de las novelas más importantes de la narrativa de lengua hispana, ejercen una doble conducta en relación a sus semejantes.
El caso más emblemático es el del coronel Aureliano Buendía, hijo de José Arcadio, jefe de un comando revolucionario (con características similares al movimiento 26 de junio de Fidel castro en Cuba). Aureliano regresa a Macondo con el fin de deponer y fusilar a los dictadores militares que habían sitiado el pueblo. Sus politicas de carácter progresista se mezclan con el autoritarismo: por un lado pretende liberar las tierras y por otro fusila a quien se oponga sus ideas.
Héroe o antiéroe suelen ser las caras de una misma moneda si se producen situaciones de autoritarismo enarbolando banderas de liberación.
Por otro lado, el hijo del coronel, José Arcadio Segundo pasa de ser capataz a un anarquista.
José Arcadio Segundo y otros dirigentes sindicales que habían permanecido hasta entonces en la clandestinidad aparecieron intempestivamente un fin de semana y promovieron manifestaciones en los pueblos de la zona bananera (...)
La inconformidad de los trabajadores se fundaba esta vez en la insalubridad de las viviendas, el engaño de los servicios médicos y la iniquidad de las condiciones de trabajo
”5.

Si bien en este informe se pretende caracterizar al héroe por sus virtudes, éstas citas ayudan a interpretar situaciones en las que se reflejan conductas valoradas a partir del rol social del personaje. Sin embargo, un eje troncal bien pudo haber sido cuestiones políticas en las que se establecen parámetros de luchas por la tierra, condiciones de trabajo y organización. En el corpus elegido se dan estos factores, tanto en la ficción como en la historia real de nuestro continente.

3. El pueblo organizado: lucha y resistencia

Tal vez, una de las obras que menos suele tenerse en cuenta en la obra de Vargas Llosa sea “La guerra del fin del mundo”.
El texto es una narración de carácter histórica con hechos reales que sucedieron en Brasil a fines del siglo XIX. A través de una sublevación de un grupo de marginados (sujeto clasista que suele ser la vanguardia del cambio). Los republicanos llegan al poder y mantendrán un importante enfrentamiento con la iglesia.
Si bien la intención es encuadrar el trabajo en la función del héroe singular, en esta obra es importante el papel del pueblo. Los Canudos, campesinos e indígenas que se rebelan a los militares y la monarquía luchan y transforman su modo de vida.
Asimismo, los militares alagan a su general por combatira los Canudos, administrándole características de héroe:

“(...) - Si el coronel Moreira César viene a debelar la insurrección de Canudos, quisiera ir con él, como enviado del Jornal de noticias.
Epaminondas Goncálves se ha vuelto a mirarlo y lo examina, mientras se pone el sombrero.
Supongo que es posible-dice. Ya ve, es usted de los nuestros, aunque no le interese la política. Para admirar al Coronel Moreira César hay que ser un republicano a cartas cabal.
-No sé si es admiración- precisa el periodista, abanicándose con los papeles. Ver a un héroe de carne y hueso, estar cerca de alguien tan famoso resulta muy tentador. Como ver y tocar a un personaje de novela”
6.

En plena batalla, Antonio, uno de los líderes de la revuelta observa que el soldado Pedrín está herido: “No estaba muerto, pero además de la herida en la espalda se había quemado las manos. Lo cargó al cuarto de al lado y lo depositó sobre unas mantas. Tenía la cara mojada. Era un huérfano, que él y Antonia habían recogido a poco de intalarse en Canudos. Oyendo que se reanudaba el tiroteo, lo abrigó y se separó de él, diciéndole: Ya vuelvo a curarte Pedrín”.

Basta con seguir la lectura y comprender el rol de Antonio para con sus compañeros de lucha. Enfrentando a los militares y pensando en cuidar a sus camaradas fue haciéndose de las virtudes de un hombre colosal y, al mismo, tiempo, un valiente que como dijera el Consejero (otro de los personajes): “los has ayudado a hecer méritos para ganar el cielo”7.
Ya hacia el final, el Coronel Macedo interroga a una viejita para saber si ha visto al “bandido” Joao Abade, y ésta le responde: “lo vieron subri al cielo unos arcángeles. Yo los vi”. Ésta frase sintetiza el grado de significancia de un combatiente de los oprimidos, los Canudos.

4. Una vida de fantasía, un héroe real

No podríamos hablar de héroe sin mencionar a Ernesto “Che” Guevara. Más allá de la condición política, el Che es un hombre de ficción y un personaje real. Su vida fue el motivo de una época, las circunstacncia de un período en la historia que muchos escritores supieron describir.
Julio Cortázar escribió en 1966 el cuento “Reunión” en su obra “Todos los fuegos el fugo”. Allí, un grupo de soldados se dipone a atravesar la frondoza selva sobre el atlántico cubano para dar con el pueblo y su triunfo. Por supuesto, el relato conlleva atisbos de realidad de acuerdo a la experiencia guerrillera campesina que organizó Fidel Castro.
El autor fue un escritor comprometido con la causa de liberación de los pueblos y es conocida su invocación al Che, como hombre y personaje.
Por momentos, Reunión parece ser un diario, por otro una epopeya. Al menos es un cuento de ficción que se enmarca en los hechos reales previos a la revolución Cubana de 1959. Narrado en primera persona (probablemente el Che) se cuenta las aventuras que afrontan los soldados para encontrar al otro grupo perdido en la selva. No se habla del Che, sino es el mismo Comandannte el que narra los hechos, de modo que serán diferentes las estructuras de las citas.

Es la tercera noche, pero al amanecer de ese día nos franqueamos la carretera a pesar de los jeeps y la metralla. Ahora hay que esperar a otro amanecer porque nos han matado al baqueano yseguimos perdidos, habrá que dar con algún paisano que nos lleve adonde se pueda comprar algo de comer, y cuando digo comprar me da risa y me ahogo de nuevo, pero en eso como en lo demás a nadie se le ocurriría desobedecer a luis, y la comida hay que pagarla y explicarle antes a la gente quiénes somos y en qué andamos”8.

En esta cita está claro como Cortázar logra habla del Che por el Che. La sierra, el asma, la espera de Fidel (que en el cuento lo llama Luis).

“Tendríamos que ser como Luis, no ya seguirlo, sino ser como él, dejar atrás inapelablemente, entre el odio y la venganza, mirar al enemigo como lo mira Luis, con una implacable magnanimidad que tantas veces ha suscitado en mi memoria... una imagen de pantocrátor, un juez que empieza por ser el acusado y ser testigo y que no juzga, que simplemente separa las tierras de las aguas para que al fin, alguna vez, nazca una patria de hombres en un amanecer tembloroso, a orillas de un tiempo más limpio”9.
“Pobre amigo, me daba lástima imaginarlo defendiendo como un idiota precisamente los falsos valores que iban a acabar con él o en el mejor de los casos con sus hijos; defendiendo el derecho feudal de la propiedad y a la riqueza ilimitada, él que no tenía más que su consultorio y una casa bien puesta, defendiendo los principios de la iglesia cuando el catolicismo burgués de su mujer no había servido más que para obligarlo a buscar consuelo en las amantes, defendiendo una supuesta libertad individual cuando la policía cerraba las universidades y censuraba las publicaciones”
10.

Como hemos logrado observar en las demás obras literarias, la condición de héroe puede reflejarse en sujetos que actúan en relación a su coherencia, que se desvive por sus convicciones (por no decir ideologías) y se convirten en la cara visible del pueblo. Con un gesto de esperanza, unas palabras de aliento, un pedazo de pan o tan solo un abrazo, el héroe ocupa un lugar sagrado en la piel o en la memoria de los que han vivido o viven ignorados por el sistema.
No es casual que los personajes que se han descripto sean reconocidos por las virtudes sujetas a sus conductas y sean frecuentes en las historias de la literatura de nuestro continente. ¿Qué importa si son ficticios o de carne y hueso?.

lunes, 5 de agosto de 2013

Feria del Libro: la queja de un lector

Siempre una Feria del Libro es una celebración. Que los libros nos miren, nos elogien, nos busquen y nos encuentren significa que aún están presentes las necesidades de descubrir otros mundos, hundirnos en ellos, manipular páginas, mirarnos en personajes que nos representan, valorar los autores.
En Tandil, acaba de realizarse la décima Feria del Libro: un espacio esperado anualmente y considerado uno de los más importantes en la agenda cultural. Sin embargo, la organización suele estar relegada a detalles que, en estos años aún no han sido superados.
Desde ya advierto que no soy de hablar de mi experiencia pero, creo y sostengo, que en este caso puede servir para explicitar mi punto de vista.
El jueves a la tarde presenté mi libro de cuentos en una de las salas que la feria posee para charlar con los lectores. A mí me tocó la sala llamada Ernesto Sábato. Lo cierto es que cuando llegué a la feria nadie supo decirme dónde quedaba dicha sala ya que no la podía hallar donde supuse que debía estar. Luego de hacer un  paseo en busca del lugar, afortunadamente un conocido me advirtió que "la Sábato" se encontraba por fuera de la feria, es decir por una puerta exterior, saliendo a la calle y subiendo una escalera.
Pude llegar. Ya era la hora pautada en la que debía llevarse a cabo la presentación de mi libro y, como había una charla previa, me dispuse a esperar (junto a colegas, familiares y amigos) a que culminara la otra presentación. El comienzo de mi espacio se dio recién media hora después de la que me habían otorgado. Y, por supuesto, mi presentación terminó antes ya que me apuraron sutilmente para que el próximo tuviera su tiempo correspondiente.
No hice ningún escándalo. No es lo mio y creo que eso es para mediocres. Pero me sorprende que, pese a los años, existan "accidentes" como éste lo cual genera cierta decepción en torno al trabajo de uno y la entrega en relación a su creatividad (sea de buena calidad o mala).
Reflexionando, algunas ideas me cierran y tampoco es casual. En la Feria del Libro se le da igual o más lugar a espacios de "candidatura", un stand de "agua purificadora", "posters de Justin", juguetes en vez de lugar útil y adecuado a otro tipo de manifestaciones.
Tampoco es casual que la Feria se haga en la "Cámara empresaria": signo de negocio, mercado al cual han instalado los libros por un interés exclusivamente económico. Al parecer, el próximo año volverá al Centro Cultural Universitario, donde anteriormente se llevaba a cabo (diferencias políticas generó el traslado).
Esto es una crítica pero más una descripción de mi sensación como lector principalmente: los lectores merecemos mejor destino. Ojalá ayude a prevenir futuros inconvenientes a la hora de mostrar algo creativo.