jueves, 10 de enero de 2013

Huarmi en el patio

El patio de casa es para Huarmi lo que el maravilloso país de Alicia.
Se le abre la puerta del día y el sol cae rendido.
Huarmi observa cómo los pájaros la invitan a volar, ella se alza y pedalea en el aire como si los alcanzara. Así y todo, cuando llega el ocaso, sus ojos se confunden con el cielo y no hay certeza de que las nubes no la envidien.
Huele las flores y los arbustos con generosidad descubriendo así el aroma vegetal. Chispita, el perro, se acerca temeroso y acepta una caricia en su hocico exagerado.
El canto de un cardenal le gana la atención, pretende imitarlo con un quejido curioso que sale de su boca entre saliva y ruido.
Huarmi sonríe, bella, mientras yo, orgulloso, estoy cada vez más convencido de que la belleza que puede otorgarnos la naturaleza ha tocado un techo.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los libros en el mercado

No suelo ir a los supermercados.

Aquella vez fue una exepción porque la yerba estaba barata (hoy sale caro hasta tomar mates). Entre góndola y góndola las marcas impactaban contra mi vista con total impunidad. Si bién el producto que yo buscaba lo tenía entre ceja y ceja, las publicidades contaminaban mis oidos sin que yo pudiera apenas esconder el enojo.

Atravesé con impaciencia los trapos de piso y rejillas, los desodorantes de ambiente (sentía aroma a eucaliptos y otros rancios). Superé con elegancia las frutas y las bebidas alcohólicas (nadie lo advirtió, pero pude probar un licor exquisito) hasta que, sorpresivamente me topé con un estante de libros.

No pude resisitirme a visitar lo que se vendía. Amagué con salir pero me alteró un libro sobre el gran Agustín Tosco. Desconozco el autor pero el libro se trataba de una especie de biografía.

- Pucha- dije en voz alta, mitigando luego la voz. Tanta lucha, tanto trabajar, tanto sufrir perseguido para que este tipo aparezca al lado de unas latas de merluza. Este chabón merece un destino mejor, ¿cómo se puede permitir que alguien que pensó en un país más justo de verdad se halle aplastado por productos alimenticios, soquetes y juguetes a precio discriminador.

Me indigné. Tomé la yerba, la primera que encontré.

- Este mercado de mierda se cree que puede reemplazar una librería, una biblioteca, mis pensamientos... -digo mientras le doy el primer sorbo a un mate amargo.

jueves, 13 de diciembre de 2012

El librero del pasaje

Una calle mentirosa, de esas que engañan como si fuera un pasaje, me indica el camino. Miro atento el adoquin que se dibuja en perspectiva sobre mis zapatos gastados y Huarmi va colgada en la wawa de hilado peruano, sin despertar (¿en qué sueño profundo se introducen los niños?).
Paso el café (para ese entonces, el sol ya no está tan molesto y me quito las gafas oscuras). Al fondo veo un negocio que no logra ocupar mi modesto tiempo, porque al girar a la izquiera me encuentro con "Mancha y gato": una librería céntrica de Tandil.
Hacía años que no accedía a ella. Quizá por la oscuridad del pasaje, a lo mejor para no internarme en ese laberinto indescifrable que son las librerías en la que no abundan secciones, orden ni catálogo. Y tal vez eso sea lo curioso de ir a "Mancha y gato". Uno siente galopar allí dentro sin espacio alguno.
Ante la pregunta de Fernando - que así se llama el flaco de barba desprolija que se pierde entre las páginas de Tolstoi o quizá Dostoievsky- me produce cierto pudor consultarle sobre un libro difícil de hallar. Y uno se preguntará si está agotado o es inconseguible. No. nada de eso. Es que el librero mantiene un desorden para un lector como yo al que le produce cierta vergüenza hacerle trepar unos ejemplares de Arlt, unas enciclopedias, unos libritos para chicos y hasta números de folletines de poesía en desuso. Allí adentro, hasta la luz hace gestos de fuerza para entrar.
Como si oliera el desorden (aquí me detengo y mejor cambio "desorden" por "revoltijo") Huarmi se despereza y se despierta. A pesar de sus menudos tres meses ella concibe a los libros como una forma de hacer pucheros si no los tiene.
El miedo se ha ido -tal vez mi hija al despertar lo haya expulsado-  y le hablo al librero con total soltura de un libro de Piglia. Fernado, antes de darme una respuesta concisa (juro que no la esperaba) se inclina sobre el monitor de una computadora vieja y se propone buscarlo en el sistema. Me pregunto, ya con crueldad, si en la PC también tendrá el mismo despelote. Me lo pregunto en silencio, claro.
Mientras tanto, a Huarmi parece interesarle una saga de dibujos de animales y letras con colores. Yo me deslizo como puedo entre esos muestrarios de hierro que giran - como si los libros pasearan allí, y se marean- para observar una colección de autores anarquistas. Gambeteo unos mostradores que cargan con teorías de psicoanálisis y textos de autoayuda.
De lejos diviso las obras completas de... No es que me falle la vista, no tengo acceso a ese libro por más empeño que le pongan mis ojos y mi imaginación. Preguntarle a Fernando sería odioso. Es que una pila de cajas de mi altura no me deja avanzar más que desde la puerta.
Casi como un triunfo inesperado, un gol a falta de poco, Fernando baja victorioso de una pequeña escalera para decirme: "¡Acá está!". El tono de orgullo pretende una respuesta rápida. No sé si felicitarlo, hacerle un chiste o mirar el libro demostrando interés. Ésto último me parece lo más sensato y, después de leer la contratapa, le digo que lo llevo.
No crean que me convenció el esfuerzo del librero - no solo por haberlo encontrado sino además por haberse bajado con vida de allí. Sé que el libro vale la pena porque es también un esfuerzo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

"L@s chic@s no leen" ¿Ah, no?

Cuántas veces se oye decir "Los chicos de ahora no leen". Alguien que me diga cuánto leían los jóvenes de otroras, si es posible analizar y comparar la lectura según las épocas, sociedades y sujetos.
Los chicos leen, y mucho. Y además, por más que les pese a algun@s, también escriben.Tienen muchísimas formas de comunicarse. Esos nuevos canales han hecho posible una interrelación entre ell@s que garantiza una estabilidad en el lenguaje, una conservación de nuestras peculiares expresiones (argentinismos que exasperan a los académicos pero que enriquecen nuestro habla).
Una cosa es querer que escriban lo que les exigimos y otra es que no escriban. Una cosa es que lean mensajes obsoletos y otra que lean a Nieztche. A veces se pasa por ingenuo si creemos que los docentes tenemos razón en que un texto literario es la verdadera fuente del lenguaje de un adolescente sin pensar en innumerables herramientas que generan la lectoescritura: desde grafitis hasta rayar la mesa (uso indebido) o dibujos y símbolos hasta el diario íntimo o simplemente una agenda.
El chat lo hace posible, y las redes sociales, y los mensajes de texto. Con sus virtudes y defectos, con sus prejuicios, debilidades y beneficios. La escritura es cada vez más utilizada para expresar sentimientos, para manifestar posiciones, para decir pavadas (porque ya que la dicen los supuestos "entusiastas" del "buen decir", ¿por qué no otorgar ese beneficio a los jóvenes?).
No hay que confundir las supuestas "verdades" que se practica en internet con la oportunidad de escribir. Y digo oportunidad porque - hasta no hace mucho- la censura no permitía la libertad de expresar lo que uno piensa. Y en todo caso, los y las jóvenes se manifiestan a su manera porque así lo desean, porque de carne y hueso estamos hechos, porque es propio de la naturaleza del lenguaje.
Por supuesto que a uno le encantaría que los chicos disfruten de los textos de Gabo, de Arlt, de Silvina Ocampo, de Soriano o que lean el Quijote, Rayuela o Pedro Páramo. Pero hay que contentarse primero con que escriban, y de a poco, interceder en ese espectro inmenso que es la comunicación - la red- y arrimarlos al fogón de los buenos libros donde la brasa de la escritura permenece encendida pese a todo, pese a tod@s.
No sea como Eduardo Feinman, ni como Scioli, Pamela David, Tinelli o De Narvéz. Sea human@ y permita que los más jóvenes sigan escribiendo para sentirse, al menos, un poco más libres.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Una forma de lectura muy particular


Uno puede leer mientras viaja en colectivo, mientras descansa en el inodoro o antes de dormir (o para dormir).
Uno lee porque encuentra en ese acto único la posibilidad de dialogar en silencio. Porque busca en el silencio entrar en otros mundos.
Uno busca tranquilidad y por eso lee en la playa, en la plaza, en la biblioteca, en la computadora.
El Che Guevara leía con el canto de los pájaros y el sonido de las metralletas y, además, disparaba...

jueves, 25 de octubre de 2012

CAMBIO DE PERFIL (cuento)



Ir a la plaza a patear con los amigos ya no lo motivaba. Braulio era un chico normal. Bueno, habría que preguntarse qué significa ser normal en tiempos donde la naturaleza humana está en un especial momento. Normal por su relación común y natural con los demás, que se yo, en la escuela, con sus padres, etc. Un chico muy comunicativo que siempre daba cuenta de su estado d

e ánimo y plenitud.
Hasta que le regalaron su primera computadora, Braulio se mostraba en el barrio, paseando como cualquier adolescente. Su padre creyó que un regalo como ése podría involucrarlo aún más en su futuro académico para que definiera qué hacer de su vida aprovechando la juventud y las herramientas de estudio.
Pasaba horas y horas frente al monitor, las mismas que sus padres pasaban en el trabajo. De la compu a la escuela, de la escuela a la compu. Ni un segundo podía estar sin dirigir el cursor o escribir una constraseña o una dirección web.
A su edad parece ser común que un chico se sienta atraído por los medios virtuales, sin embargo, para un psicólogo puede ser una “adicción por falta de experimentaciones intensas”.
Las redes sociales eran sus favoritas. De hecho, apenas conectaron internet, Braulio armó una cuenta de "feisbuc" con su nombre y algunas fotos que tenía en el celular. Todos los días lograba una nueva amistad. Amistad que no consuela con un abrazo, ni que comparte una comida ni un partido de fútbol, ni risas ni llantos.
Miles de contactos y ninguna voz, miles de imágenes y todos tan lejos estando tan cerca. Le gustaba chatear con sus primos y compañeros de colegio que hacía apenas unos minutos había visto en el aula.
Uno de esos días conoció a lataty_16. Tenía su edad, concurrían a la misma escuela y formalizaron a través de un chat, posteando fotos y comentando chismes: dos ejercicios claves que el feisbuc contiene. La relación no duró mucho ya que él se enteró, o al menos sospechó, que Taty había aprobado con el dedo pulgar en alto una foto de chicos de la escuela que no le simpatizaban.
Fue así que diecidió terminar eliminándola de sus contactos.
De chico era amante de los juegos de mesa, ahora los tenía a todos en un programa de red. Le alcanzaba apretar “Intro” o “Ctrl” para mover un alfil en el “ajedrezweb”. Le atraía competir con otra gente de varios lugares del mundo, e incluso le divertía jugar con los que no compartían su lengua. Si bién el ajedrez era su preferido, la vez que aprendió a jugar al poker le ocurrió un hecho desafortunado: tuvo que empeñar un par de zapatillas (las últimas que su madre le había comprado) al apostarlas y perder. Las envió por mercado libre a un escocés ambicioso.
Su calificación en la escuela no variaba. No era un pibe diez pero le alcanzaba para aprobar las materias. Con menos frecuencia sus amigos del barrio lo iban a buscar a la casa, pues se cansaron de no tener respuestas para jugar en la plaza.
Braulio estaba sometido, inerte ante aparatos y luces. No podía abandonar su cuenta por temor a perder seguidores. Subía videos de sus canciones favoritas y hasta se atrevía a opinar de alguna situación política del país.
Jhon Luis era su cantante pop favorito. Estaba de moda y mucha gente lo admiraba por la capacidad artística. Braulio intentaba comunicarse con su ídolo pero no lograba hacerlo.
Cuando descubrió que su ídolo no tenía cuenta en la red más grande la internet, decidió hacer una y hacerse pasar por él. No se lo dijo a nadie.
Braulio, ahora Jhon Luis, se vestía de negro con una vicera que apenas le dejaba ver el entrecejo. Pulseras y collares lo adornaban y hasta empezó a realizar un curso de inglés por iutú. En pocas horas el personaje empezó a explotar por las redes. Fotos descargadas de gugle le ayudaban al joven para convencer a los demás de que el mismísimo Luis había abierto una cuenta en el feisbuc. Y hasta armó un video y "iutub" como si cantara en un acústico inédito. Las chicas parecían ser las más interesadas y hasta ofrecían sus teléfonos para que el cantante las comunique.
Braulio, ya no era aquel que había sido mientras jugaba al aire libre y con sus amigos. Ahora iba a clases de baile y canto, se había teñido el pelo y hasta había cambiado su identidad.

Víctor

domingo, 21 de octubre de 2012

AFERRARSE A LO MATERIAL ES ANTIHUMANO



Jacinto tiene doce años y como todo chico de esa edad se ve fascinado por todo chiche nuevo que aparece en la TV, en internet, en carteles gigantes de la calle que nos tapan el sol, el cielo.
Sergio, compañero de escuela, recibió de regalo en Navidad un celular último modelo, de esos que pareciera que nos transportan a otros mundos con solo apretar un número.

A Jacinto lo maravilló tanto tal aparato que de inmediato le preguntó a su padre si le podía regalar uno igual "o parecido". Su padre, changarín, descartó tal posibilidad: "con los gastos de impuestos y el alquiler de la casa es imposible mijo".
Federico, su vecino inmediato tuvo la fortuna de merecer una Play Station: la última (no sé porqué número van). Jacinto deseaba una igual y le rogó a su madre un juego con idénticas características. Ésta lamentó confesarle la imposibilidad de tal privilegio.
Cansado, deseoso, sentía ganas de mudarse de planeta donde la tecnología no avanzara tanto así no se retrasaba. Fue así que entró a una juguetería céntrica y extrajo, con total confianza, una pequeña consola de juegos y música que hace tiempo lo venía mirando con ternura del otro lado de la vidriera. No se sabe quién se pretendía más. Él la miraba como a esa novia imposible. Ella sospechaba de que si el pibe tendría la plata.
Jacinto corrió, corrió con todas sus fuerzas y las que no tenía.
Un agente de policía que custodiaba la zona y los trabajos sucios lo detuvo y lo llevó a la comisaría del menor. Indagatoria, fotos, datos, antecedentes, lugar donde vive (residencial o villa decide futuro), precinto que le lastimaban sus muñecas diminutas. "Si querés te lo presto" le dijo al comisario.

Acertijo: ¿Dónde está la injusticia? ¿En el que acomete para satisfacer un deseo o en el consumo que nos impone la forma vida?

sábado, 6 de octubre de 2012

Cuentos para despertarse: leelo






               "CUENTOS PARA DESPERTARSE" VÍCTOR TORRES

                 Pedilo escribiendo aquí:  manifiestolector@gmail.com

sábado, 15 de septiembre de 2012

Pepita, la tesorera

Asumí mi puesto de tesorera porque me eligieron mis amigas de la comisión la vez que ganamos las elecciones en la que solo nos presentamos nosotras. Además, hago buenos Té de hierbas y eso suma en una organización como la nuestra, tan democrática que decidimos nosotras, la comisión, lo que toda la asociación debe hacer.
El objetivo de nuestro proyecto es que todos y todas podamos descansar como merecemos luego de ese destino inevitable que es la muerte. Así que pensamos que es importante asegurarse una parcela en el cementerio municipal antes de que el juicio final nos otorgue sentencia.
Disfruto mucho cuando los sábados nos reunimos. Es muy divertido ver cómo la gente se preocupa de cosas que ya les tenemos resueltas. Me levanto temprano para no perder la costumbre, me pongo las calzas negras, las botas marrones, la camperita nike y salgo caminando aprovechando los ejercicios que mi figura requiere. Antes no lo podía hacer, pero desde que me separé de Arnolfo (el muy machista se fue con una pendeja) y ocupo este cargo tan importante mi vida ha cambiado considerablemente.
Como tesorera me encargo de asegurarme que todos los socios paguen la cuota como corresponde, y si no lo hacen, yo misma me encargo de hacer la lista negra donde escracho a los que no lo hagan. Ésto fue elegido en la asamblea, por más que a algunos no les guste. Recuerdo que una vez, uno de los socios se retobó por esta decisión y enseguida le salí al cruce. Me reía sola la vez que publiqué los nombres de los morosos (siempre deseé trabajar en la afip).
Cuando tengo ganas inspecciono los presentismos. En las asambleas no podemos dejar nada al azar. Una socia, muy joven, se enojó cuando le puse ausente y ella se excusó que debía retirarse antes por la salud de su padre. “Si es por eso nos vamos todos antes y listo”, le respondí y no supo entender. La normativa de la asociación es clara, fue aprobado por todos los socios, así pues nadie puede venir a reclamar nada. Si un socio hace una propuesta distinta a lo que pensamos y es aprobada por la mayoría, la comisión está para encaminar el asunto y hacer lo que nos parece que es útil. Eso es democracia, pluralismo, integración, igualdad, solidaridad, compañerismo. Vamos a estar todos juntos y cada uno podrá elegir nicho o tierra ¿qué más quieren?.
La idea de hacer la rifa fue mía. Los premios no son necesarios si la intención es colaborar. Se pueden vender doscientos números a cincuenta pesos cada uno y con eso vamos a poder cumplir nuestro sueño: comprar un trailer. Algunos no quieren comprender que es necesario para que podamos viajar y negociar nuestro futuro con los burócratas del poder. De hecho ya contratamos a la empresa que nos va a hacer la alarma y hasta estamos por evaluar una propuesta de interpol para que nos la protejan contra un posible atraco ya que pronto nos vamos a vacacionar a la costa.
Es un placer llevar adelante este proyecto voluntariamente. No ha faltado el malintencionado que ha tildado a la asociación de filantropía y a mí de usurera. Allá ellos. Lo cierto es que mi familia está orgullosa del sacrificio sobrehumano que hago aunque otros no lo sepan valorar. De hecho, participar de ésta institución me ha servido para codearme con el intendente y otras autoridades a las que prometí votar en las próximas legislativas (y que están invitados a vacacionar con nosotras).
Para ser parte de la asociación lo importante es estar al día, con la plata. Nosotros aseguramos flores (rosas, calas o claveles a elección) algun que otro rezo, recordatorio en misa y una placa de zinc con el nombre del difunto, pero es preciso abonar ese derecho de “tener dónde caerse muerto”.

martes, 11 de septiembre de 2012

Moyanista por conveniencia

Moyano es un mentiroso. Traidor. Quiere todo el poder. No representa a los trabajadores. Personalista. Encubridor. Oportunista... Todo eso lo dice la oposición. ¡No!, ¿qué la oposición? ¡El mismo gobierno al que él tanto defendió y viceversa!

El gobierno K nos tiene acostumbrado a esos deslices propios de la "política dominante" (partidos que por tradición continúan en el escalafón del poder institucional, que tienen un doble discurso y son antipopulares) de nuestro país. Y propio de un partido que, tildándose de popular, no hace otra cosa que transar con los poderosos que dominan los sectores económicos.
Moyano, uno de esos que se dice peronista de peronistas, anda negociando el sector de los trabajadores que más clientes tiene: la CGT. Antes con el menemismo (las malas lenguas dicen que con los milicos también), luego con el kirchnerismo, ahora con los radicales. A los trabajadores pareciera que les encanta que le mientan, o por lo menos así parece ser a primera vista las relaciones que ejerce el dueño del sindicato de trabajadores más grande del país. ¿A cuánto está Moyano de lograr una alianza con Macri? ¿Acaso sorprendería?
Hace dos años, cuando Clarín aseguraba que Moyano tenía cuentas gordas en Suiza, el gobierno y los medios oficiales como Página y Tiempo Argentino salieron en defensa a rajatablas del líder camionero. Hasta el programa del show mediático que tiene la tv pública le prestó un espacio para limpiar su imagen. ¿Y hoy?
Hoy, como ayer y como mañana, con esta clase de dirigentes que se relamen en los bancos y en el poder pueden suceder estas cosas y peores también. Hoy Moyano es el enemigo número 1 de un gobierno que se encuentra enemistades y traidores en su propia vereda.
Sin ir más lejos, con el tema de los medicamentos ha ocurrido algo similar. El año pasado el oficialismo frenó un proyecto de la oposición (impulsado por la UCR) en el senado que pretendía investigar al camionero por su vínculo con los medicamentos truchos. Cuando este tema sea tapa de los diarios nuevamente, ¿quién lo defenderá?.
En todo caso tiene a muchos que lo hagan (entre ellos Clarín, el nuevo superamigo olvidado de alguna infancia) o a ninguno al mismo tiempo. Clarín es el nuevo socio de Huguito, como también lo es Redrado, Alberto Fernández, entre otros ex del gobierno. Se vuelven críticos al gobierno pero enseguida toman esa medida extrema: ser aliados del monopolio que impone la "agenda", y así terminan, haciendo loby y demostrando lo que son.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

HUARMI según las palabras

Tiene las manos diminutas pero atrapa el aire como si fuera una plétora de hojas. Abre los ojos y con ellos nuestros días. Se inclina en el regazo como una bandera y no llora, canta lágrimas anunciando su presencia.
Hay un laberinto en forma de espiral en sus orejas, infinitas, y un ornamento de oro trigo. Su nariz primitiva ensaya el respiro y el perfume que su madre le cede para reconocer en noches de silencio y ladridos lejanos a los que enfrenta sin más.
Su pequeña boca, ay, tan hermosa... besa lo invisible y se contenta. Como el pico de un gorrión que bebe de la savia de un tallo y se embriaga amenazando con otra bocanada.
A veces asusta el gesto adulto, pero consuela el inocente brillo de sus pupilas incipientes. Se queja de la mentira de los diarios, de una mala jugada y hasta del humo negro que le provoca berrinches innecesarios. Bosteza a gusto una modorra de protesta hasta que el hipo (un quejido sutil como el de un pez) le gana una pulseada solemne hasta la resistencia de la exhalación temprana.
De pestañas onduladas que no encuentran fin y piel rojiza de cobre Potosí, Huarmi va descascarando lo que queda de la semilla que la cubre...

martes, 31 de julio de 2012

Los otros




                                                     Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata”
                                                                                                          Eduardo Galeano

Anhelan las hojas con volver a enraizar y anhelan los otros con ser alguien. Los
otros, que son algo, indefinido, pero algo al fin. En plural o en masa.
Los otros se acomodan en un sistema perverso que los reconoce, pero a un costado del andén, del camino deshuellado.
Los otros, que no tienen sueños sino utopías, que no son caminos sino obstáculos, cardos en vez de rosas.
Que no cantan sino protestan.
Que se quejan y no piensan.
Que no tienen credo ni secta.
Que no conforman una sociedad sino ghettos.
Que no son extranjeros sino inmigrantes ilegales o indocumentados.
Los otros, los que son ignorados, los del montón.
Que no tienen derechos sino reglas que cumplir.
Que no tienen sentimientos sino códigos.
Que no tienen futuro sino destino.
Que no tienen escuelas sino calle.
Que no luchan, amedrentan.
Los otros, que no tienen pies sino patas, cogote en vez de cuello, demencia y no razonamiento.
Los otros, que se ocultan en la sobra que deja la ignorancia que los rodea.

domingo, 22 de julio de 2012

Licencia Creative Commons
Cuentos para despertarse por Víctor Torres se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Cuentos para despertarse.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en www.manifiestodellector.blogspot.com.

jueves, 19 de julio de 2012

SANTUCHO



Con las flechas apuntando al anemigo que se cruza,
con la mirada fija en un horizonte claro donde compartir.
Vuélvete árbol del monte,
farol de una esquina clandestina,
que tu nombre haga eco en el silencio
que tus brazos abriguen de esperanzas a la vida.

¿Dónde recuperar los sueños del sol?
¿En qué libro se han perdido?
Queda el misterio en el aire,
el destino incierto de una bala,
la música sola sin quien la baile.
Un guerrillero no muere para ser recordado
sino para iluminar el camino,
tus pies en el barro, tu sombra en el río,
tus palabras seguras marcadas por el tiempo.

Vanidoso quiere ser el destino del que lucha,
tu fusil cargado, tu ejemplo presente
que vino a romper cadenas (esas que atan la miseria).
Librado el combate, contaré tus ideas.

viernes, 6 de julio de 2012

DEFENDER LO INDEFENDIBLE (Breve reseña crítica)



Bajo el sugestivo título "Los llaman jóvenes idealistas" (publicado por CELTYV en 2009), el libro de Victoria Villarruel parece ser otra de las frustradas maneras de plantear la "Teoría de los dos demonios" con la cual se defienden los verdaderos asesinos de nuestra patria. No quiero parecer ofensivo, pero a veces pareciera que las "marchas" de Cecilia Pando (la que defiende el robo de bebés) suelen ser más provocativas.
Con muy poca capacidad de análisis y argumentos inconsistentes (debo confesar que lo compré por la calidad de las imágenes) la autora pretende plantear "otra verdad", esa que nunca existió. Más bien, estamos ante un libro que parece un manual para principiantes y no un esfuerzo por plantear otra opinión que, claro, la puede tener con mejores recursos retóricos.
Claro que eran jóvenes idealistas los que lucharon por un país mejor, los que militaban en las villas formando a personas que el sistema excluía bajo el poder militar y empresarial que la autora pretende defender. Ideas son las que le faltan a tipos como los que están ahora, o a Duhalde, Menem, Videla, Uriburu, etc. Las ideas se construyen y militan todos los días con las clases populares, esa que las guerrillas defendían.
Los jóvenes de los años setenta dieron su vida por un país mejor contra la oligarquía y el imperialismo, contra la patronal y los milicos asesinos, mientras que otr@s se quedaban en sus casas esperando a que la historia les pase por encima.
Hubo 30 mil desaparecidos (sería importante que lea y cite la Carta Abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh, el que por decir la verdad fusilaron, el que por luchar para liberar al país como tantos otros, demolieron a tiros) como para que se obsesione con "victimizar" a quienes destrozaron este país.
Las armas fueron un medio, totalmente discutible. Además del trabajo y el pensamiento, los guerrilleros propusieron una forma de resistir ante la violencia del Estado que, si bien en 1973 se encontraba en democracia (término tramposo si los hay) fue en esa época donde se creó la llamada Triple AAA que asesinó gente a mansalva, militantes y no militantes. Y no solo ese año. como bien sabe, supongo, el Estado ejerce la violencia mintiendo desde que tenemos patria, y desde que tenemos bandera la han querido cambiar por la del imperialismo. El Estado (caṕitalista) avanza sobre la sociedad, genera pobreza (como ahora) y mata a los jóvenes que pelean por ver a sus hijos en un país mejor para todos y todas pero de verdad, cosa que hasta ahora no ha sucedido.
La violencia fue un método que impuso el Estado democrático o militar según la simpatía y no lo que el pueblo en realidad deseaba. Pero violencia de la guerrilla para nada es comparable con la que maneja el aparato represor. El ERP saqueaba camiones con mercadería de grandes empresas y hacía justicia. ¡Sí, justicia! Dándole de comer a los pobres de la villa donde esos políticos "elegidos democráticamente" no se encontraban.
Foto: DEFENDER LO INDEFENDIBLE (Breve reseña crítica)

 Bajo el sugestivo título "Los llaman jóvenes idealistas" (publicado por CELTYV en 2009), el libro de Victoria Villarruel parece ser otra de las frustradas maneras de plantear la "Teoría de los dos demonios" con la cual se defienden los verdaderos asesinos de nuestra patria. No quiero parecer ofensivo, pero a veces pareciera que las "marchas" de Cecilia Pando (la  que defiende el robo de bebés) suelen ser más provocativas.
Con muy poca capacidad de análisis y argumentos inconsistentes (debo confesar que lo compré por la calidad de las imágenes) la autora pretende plantear "otra verdad", esa que nunca existió. Más bien, estamos ante un libro que parece un manual para principiantes y no un esfuerzo por plantear otra opinión que, claro, la puede tener con mejores recursos retóricos.
Claro que eran jóvenes idealistas los que lucharon por un país mejor, los que militaban en las villas formando a personas que el sistema excluía bajo el poder militar y empresarial que la autora pretende defender. Ideas son las que le faltan a tipos como los que están ahora, o a Duhalde, Menem, Videla, Uriburu, etc. Las ideas se construyen y militan todos los días con las clases populares, esa que las guerrillas defendían.
Los jóvenes de los años setenta dieron su vida por un país mejor contra la oligarquía y el imperialismo, contra la patronal y los milicos asesinos, mientras que otr@s se quedaban en sus casas esperando a que la historia les pase por encima.
Hubo 30 mil desaparecidos (sería importante que lea y cite la Carta Abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh, el que por decir la verdad fusilaron, el que por luchar para liberar al país como tantos otros, demolieron a tiros) como para que se obsesione con "victimizar" a quienes destrozaron este país.
Las armas fueron un medio, totalmente discutible. Además del trabajo y el pensamiento, los guerrilleros propusieron una forma de resistir ante la violencia del Estado que, si bien en 1973 se encontraba en democracia (término tramposo si los hay) fue en esa época donde se creó la llamada Triple AAA que asesinó gente a mansalva, militantes y no militantes. Y no solo ese año. como bien sabe, supongo, el Estado ejerce la violencia mintiendo desde que tenemos patria, y desde que tenemos bandera la han querido cambiar por la del imperialismo. El Estado (caṕitalista) avanza sobre la sociedad, genera pobreza (como ahora) y mata a los jóvenes que pelean por ver a sus hijos en un país mejor para todos y todas pero de verdad, cosa que hasta ahora no ha sucedido.
La violencia fue un método que impuso el Estado democrático o militar según la simpatía y no lo que el pueblo en realidad deseaba. Pero violencia de la guerrilla para nada es comparable con la que maneja el aparato represor. El ERP saqueaba camiones con mercadería de grandes empresas y hacía justicia. ¡Sí, justicia! Dándole de comer a los pobres de la villa donde esos políticos "elegidos democráticamente" no se encontraban.
La palabra "Terrorista" significa "que produce terror". Las organizaciones guerrilleras producían miedo en sus enemigos, en cambio, los gobiernos generaban miedo en el pueblo que sufría de mentiras y miserias. Los únicos que pensaban en el pueblo eran los guerrilleros y por eso pienso como pienso, presiento que nos ayudaban (y ayudaron). Porque hubo compatrotas que tenían hambre, eran explotados, analfabetos y ellos colaboraron para que eso no pase. Eso, eso es dignidad y humanismo (debería enseñárselo a l@s que la rodean).
Por otra parte, cita definiciones sobre terrorismo del juez Rosansky que, quizá no sepa, es el que metió preso a los que ella victimiza.
Villarruel hace un análisis muy acotado e ininteligible sobre algo que es más complejo de lo que un manual como el que escribió puede describir.
Las definiciones políticas e ideológica, las comparaciones con otras organizaciones armadas tienen menos profundidad que un charco (como si las FARC o la ETA fueran igual que los Montoneros, es más, tampoco puede comparar a la guerrilla peronista con la del ERP ya que ésta era un cuadro mucho más capaz de cambiar las estructuras burguesas que cualquier otro). Busca definir términos con displicencia y eso no alcanza para borrar los crímenes de las dictaduras o el gatillo fácil y la protesta social de ahora. 
Según pude observar, participa de una organización que encumbra a Rucci, a Pando, a la oligarquía, a los medios de comunicación que escondieron lo que pasaba, a los empresarios: los enemigos de este país. Por eso hay que liberarnos.
Llamar víctima a Aramburu o a Rucci, y a tantos otros militares y vendepatrias es no tener idea de lo que es pasar hambre, que te mientan, de pelearla todos los días, de que te persigan por ser pobre; es una falta de respeto a la condición humana buscar víctimas donde no las hay.
Mis próceres están muertos, son víctimas del Estado, lucharon por mi futuro y por eso los reivindico. Los suyos están presos, en cárcel común y condenados por un juicio como corresponde.

Espero con ansiedad algún otro libro de la autora que reúna un trabajo de verdad, más comprometido, con argumentos constructivos, etc, etc, o sea, lo que "Los llaman jóvenes idealistas" no tiene. Le sugiero que lea con conciencia y comprenda que un pueblo debe defender sus intereses por sobre cualquier gobierno.

Con respeto, saluda un subversivo lector.

Víctor Torres
La palabra "Terrorista" significa "que produce terror". Las organizaciones guerrilleras producían miedo en sus enemigos, en cambio, los gobiernos generaban miedo en el pueblo que sufría de mentiras y miserias. Los únicos que pensaban en el pueblo eran los guerrilleros y por eso pienso como pienso, presiento que nos ayudaban (y ayudaron). Porque hubo compatrotas que tenían hambre, eran explotados, analfabetos y ellos colaboraron para que eso no pase. Eso, eso es dignidad y humanismo (debería enseñárselo a l@s que la rodean).
Por otra parte, cita definiciones sobre terrorismo del juez Rosansky que, quizá no sepa, es el que metió preso a los que ella victimiza.
Villarruel hace un análisis muy acotado e ininteligible sobre algo que es más complejo de lo que un manual como el que escribió puede describir.
Las definiciones políticas e ideológica, las comparaciones con otras organizaciones armadas tienen menos profundidad que un charco (como si las FARC o la ETA fueran igual que los Montoneros, es más, tampoco puede comparar a la guerrilla peronista con la del ERP ya que ésta era un cuadro mucho más capaz de cambiar las estructuras burguesas que cualquier otro). Busca definir términos con displicencia y eso no alcanza para borrar los crímenes de las dictaduras o el gatillo fácil y la protesta social de ahora.
Según pude observar, participa de una organización que encumbra a Rucci, a Pando, a la oligarquía, a los medios de comunicación que escondieron lo que pasaba, a los empresarios: los enemigos de este país. Por eso hay que liberarnos.
Llamar víctima a Aramburu o a Rucci, y a tantos otros militares y vendepatrias es no tener idea de lo que es pasar hambre, que te mientan, de pelearla todos los días, de que te persigan por ser pobre; es una falta de respeto a la condición humana buscar víctimas donde no las hay.
Mis próceres están muertos, son víctimas del Estado, lucharon por mi futuro y por eso los reivindico. Los suyos están presos, en cárcel común y condenados por un juicio como corresponde.

Espero con ansiedad algún otro libro de la autora que reúna un trabajo de verdad, más comprometido, con argumentos constructivos, etc, etc, o sea, lo que "Los llaman jóvenes idealistas" no tiene. Le sugiero que lea con conciencia y comprenda que un pueblo debe defender sus intereses por sobre cualquier gobierno.

Con respeto, saluda un subversivo lector.